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Cultura distingue el proyecto de biblioteca rural de Villamartín

El Ministerio valora el trabajo de comunidad y el papel dinamizador

La biblioteca de Villamartín del Sil. DL

Ponferrada

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En agosto de 2021, tras un intenso trabajo previo en el que se involucraron los propios vecinos, Villamartín del Sil (Páramo del Sil) reabrió las puertas de la que un día fue la vivienda de los maestros reconvertida en biblioteca. Una biblioteca de todos, pública y abierta, concebida como un espacio para el intercambio cultural y un acicate social para un pueblo de ascendencia minera marcado, como casi todos en el Bierzo, por la despoblación y la falta de niños y oportunidades. Hoy, esa biblioteca reúne más de 8.000 volúmenes y se mantiene activa gracias a una red de 23 voluntarios que realizan una labor que acaba de ser reconocida por el Consejo de Cooperación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura.

La biblioteca pública de Villamartín del Sil, una biblioteca de pueblo que recuerda el concejo, ha sido distinguida con el Sello CCB, con el que el citado organismo pone en valor los proyectos innovadores de las diferentes tipologías bibliotecarias españolas, en este caso pública y de localidades de hasta diez mil habitantes. Es una espaldarazo al trabajo desinteresado de los vecinos que se encargan de abrir la biblioteca, que pusieron a punto y mantienen la vieja vivienda destinada a los maestros, que trasladaron y colocaron los libros y que siguen recibiendo ejemplares para llenar unas estanterías que ya se han quedado cortas. Un espacio de diálogo del que salen los libros incluso hasta el bar, en el que se deja un ejemplar en torno al que se abre un debate, fomentando así la lectura.

Durante los meses de verano, cuando Villamartín triplica su población y por las calles corretean más niños, la actividad promovida desde la biblioteca se incrementa con la visita de escritores o algún recital poético. Así se hace pueblo y ese es el principal valor de un proyecto nacido de la intención de aglutinar y dinamizar la vida social y cultural del pueblo. Y hacerlo mediante un modelo de gestión bien conocido en el entorno rural, el de los bienes comunales y la toma de decisiones en concejo. «Se trata de fomentar la participación y la colaboración de todos los vecinos, de quienes son del pueblo y de sus alrededores y de quienes han tenido sus ancestros en el mismo», explican las voces artífices de la biblioteca de Villamartín del Sil.

El proyecto ha ido creciendo con mucha voluntad y poco presupuesto. Cada uno aporta lo que puede y esa implicación ha sido uno de los valores tenidos en cuenta por el Consejo de Cooperación Bibliotecaria para otorgarle a esta iniciativa la categoría de finalista en una carrera de fondo que Cultura ha valorado como «modelo de buenas prácticas» con un objetivo bien definido, el de crear comunidad.