Piedrafita inicia la negociación de compensaciones por el derrumbe del viaducto
El alcalde de Piedrafita confirma conversaciones con el Ministerio para mejorar el pueblo
Imagen de los trabajos de derribo ayer por la tarde, en una foto desde el pueblo de El Castro, aún en el Bierzo. L. DE LA MATA
El Concello de Piedrafita do Cebreiro, el primer municipio en la vertiente gallega de la A-6, negocia con el Ministerio de Transportes compensaciones en obras por el doble derrumbe en el viaducto del Castro, situado aún en la zona berciana de la autovía.
No es que su alcalde, el socialista José Luis Raposo, quiera dar muchos detalles, pero reconoce que ya ha mantenido algún contacto para mejorar algunos viales del pueblo, que se ha visto afectado por el incremento de coches y camiones como consecuencia de la caída de dos vanos en junio del año pasado, lo que obligó a desviar el tráfico por la antigua N-VI. «Las cosas de palacio van despacio», ha dicho gráficamente a este periódico.
Pese a estar dentro del término municipal de Vega de Valcarce, el municipio del Bierzo Oeste no se está beneficiando , entre comillas, de las consecuencias de una situación inédita en las carreteras de España. La ley exime al Ministerio de pagar por las licencias de obras y lo único que ha sacado, hasta ahora, es el asfaltado de la carretera hasta el pueblo de Castro, no tanto por los vecinos como «porque la necesitan» los trabajadores y los técnicos de la obra, explica la alcaldesa, María Luisa González.
Sin ‘beneficios’
Al estar exentos por ley, las obras del nuevo viaducto no tendrán que pagar licencias
La única esperanza que queda en Vega de Valcarce es que el inicio de las obras del viaducto sentido Madrid traiga consigo algún alquiler en la zona y más actividad en los bares. «Es noticia en todas partes, pero en los pueblos del Bierzo no deja ningún beneficio», señala uno de los hosteleros.