RELEVO EN LA FUNDACIÓN
Arsenio Terrón se va de la Ciuden "con una sonrisa" y "un cierto descontento"
"Sea quien sea (mi sucesor) que tenga todos los apoyos desde Madrid", afirma
Se va "con la misma sonrisa" con la que llegó, pero "con cierto desencanto". Cuatro años y medio después de su nombramiento como director general de la Fundación Ciudad de la Energía, Arsenio Terrón, se pronunció este martes sobre su cese al frente de la entidad, que será aprobado en la reunión del Patronato prevista para el día 16. Terrón regresará al puesto de profesor de Botánica de la Universidad de León que dejó en 2018 para incorporarse a la Ciuden.
A pocos días de las elecciones municipales, el hombre elegido por los socialistas cuando recuperaron el Gobierno central para pilotar una entidad que depende del Ministerio de Transición Justa, asistió a los actos del décimo aniversario de la asociación de asesores veteranos Secot y confirmó su marcha forzada a los periodistas después de que la ministra Teresa Ribera anunciara el pasado fin de semana en el Bierzo que el profesor de Lillo del Bierzo no seguiría en la fundación . Terrón se va de la Ciuden «con la misma sonrisa con la que entré» y sin recibir explicaciones sobre los motivos de su cese, afirmó. «Como no me dieron motivos para nombrarme, tampoco me los dan para el cese, supongo que será una decisión de carácter político a la que no tengo nada que objetar», manifestó en los pasillos del campus de Ponferrada.
Terrón aseguró que la experiencia al frente de la Ciuden ha sido «muy positiva». «La posibilidad de hacer cosas en el territorio donde uno nació y uno creció es un lujo que casi todos tendríamos que experimentar. Que al final las decisiones se tomen en el territorio es fundamental y que no solamente las tomen aquellos que viven muy lejos de aquí y que por tanto no conocen la idiosincrasia. Yo sí creo que la conozco y por tanto me voy contento y dejando proyectos en marcha muy bien encaminados para el que venga de tras tenga la posibilidad de ejecutarlos», añadió. La Ciuden, superada la etapa en la que trabajó en el desarrollo de la captura del dióxido de carbono en la combustión del carbón, se ha centrado en el desarrollo de tecnologías sobre el hidrógeno verde y el almacenamiento energético. En la vertiente cultural, La Térmica Cultural ha venido a dotar de contenido al edificio de la antigua central térmica de Compostilla I, después de años vacío tras el final de las obras de rehabilitación.
«No te voy a negar que sí que hay un cierto desencanto», le respondió Terrón a una periodista. «Pero voy a recordar los mejores momentos», aseguró. «Me voy con una sonrisa».
Terrón reconoció que ha habido luces y sombras durante su gestión. «No voy a decir que haya tenido todo el apoyo que me hubiera gustado, pero tampoco debo decir que desde Madrid no hayan estado siempre atentos a las necesidades de la Ciuden y sean en buena parte responsables de ese relanzamiento de la fundación». Porque el todavía director general de la Ciuden entiende que el relanzamiento de la fundación en los últimos cuatro años «es algo inobjetable» y se va «con la esperanza de que el proyecto de I+D+i, que está muy encarrilado», permita producir hidrógeno verde «en los próximos meses».
Arsenio Terrón deseó la mejor de las suertes a la Ciuden. «Sea quien sea, que tenga todos los apoyos desde Madrid», afirmó de su sucesor. Tras un periodo de estudio para recuperar el hábito de dar clase, volverá a las aulas para enseñar Botánica. «Me vuelvo a mi casa que es la Universidad, a mi labor como profesor universitario, en el que disfruto». Terrón se incorporará a la Universidad el día 17, un día después de que el Patronato de la Ciuden le destituya.