Desgarrador testimonio de una niña que acusa de abusos a su padre en Ponferrada: "Me tocaba donde yo no quería"

Un varón con antecedentes penales ha sido juzgado esta mañana por abusos sexuales sobre su hija, una niña de doce años vecina de Ponferrada aunque de procedencia sudamericana a la que entre los años 2018 y 2020 tocaba en los genitales y los pechos aprovechando las ausencias de su madre. La fiscalía pedía una pena de cinco años de prisión al inicio de la sesión, celebrada en el Palacio de Justicia.

En sala se ha reproducido la grabación del examen de los equipos psicosociales realizado a la menor. "¿Problemas entre mi padre y yo? No lo sé... yo vine a Ponferrada con ocho años", aseguró. "Papá pegaba a mamá y a veces nos daba con palos". Luego rompió a llorar: Él me pegó, me pegó porque me equivoqué. Y a mi mamá le dio muchos golpes",

La niña relató que los episodios de violencia ocurrieron "muchas veces" antes de llegar a Ponferrada. Reconoció haber recibido educación sexual en el colegio "pero papá y mamá nunca me lo han explicado". Negó haber visto videos porno pero subrayó que tenía orden de no salir de casa sin él.

"Pero aparte de pegarme, también hacía más cosas. No quiero contarlas, quiero irme" sollozó en la grabación. "Sólo quiero irme, tengo miedo, no quiero hablar más", reflejó la grabación. "Tengo mucho miedo, sólo se lo conté al psicólogo en Burgos". A preguntas insistentes de las forenses respondió con monosílabos: "¿Te dio un pico en la boca y te tocó en tus partes?". "Sí", contestó la víctima. "Me tocó donde a mí no me gustaba", explicó. "Me tocó unas cinco veces".

"No era sin querer, ni era por la regla", aseguró, la pequeña.

Antes declaró el sospechoso: "Eso fue durante el confinamiento y yo trabajaba en Chantada (Lugo)", aseguró el sospechoso. "Estuve cinco meses y solo iba de vez en cuando al domicilio familiar", declaró.

"Nunca le toqué el pecho ni el glúteo. Le había venido la menstruación y solamente le limpié la mancha", repuso. "Su madre estaba delante, lo vio todo. Es cierto que le di un pico a la niña en la boca porque vino contenta de un examen y me dio un abrazo", musitó entre lágrimas. "Nunca me había dado un abrazo así y eso que yo era muy exigente en los estudios".

No encontró el  padre explicación a que la niña declarase que la había manoseado en alguna ocasión: "Cuando la estaba enseñando a nadar, la cogía para ayudarla, pero nada más", señaló el encausado que cumple pena en prisión por otra causa, La niña fue declarada en desamparo y puesta en manos de la Junta.

En la cultura Otauara (correspondiente a una etnia ecuatoriana de la que procede el sospechoso) no se suele dar educación sexual a los niños: "Cuando vine a Barcelona vimos que había cierta libertad de exhibición para vestir y eso me llamó la atención", explicó.

Su mujer y sus hijos tardaron un cierto tiempo en reagruparse con él en España. "La relación con la niña resultó un poco más difícil. Pocas veces me quedaba solo con los niños", aseguró. "Pasaban casi todo el tiempo con los dos".

La niña "es muy caprichosa y ha mentido", aseguró el padre. "Lloraba con frecuencia cuando no conseguía lo que quería. Nunca he hablado de sexualidad con ella".

"Es falso que me desnudara delante de mi hija", dijo. "Si ella me ha visto ha sido sin que yo lo supiera", insistió. "Yo no ponía ningún tipo de control al uso de Internet".