Diario de León

INVESTIGACIÓN PUNTERA

Patrimonio escaneará con láser Las Médulas para combatir su degradación

La Junta de Castilla y León licita el contrato para digitalizar in situ el paraje Patrimonio de la Humanidad

Vista general del Espacio Cultural de Las Médulas. RAMIRO

Vista general del Espacio Cultural de Las Médulas. RAMIRO

Ponferrada

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La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León desarrollará un proyecto de investigación digital en el Espacio Cultural de Las Médulas en el que, a partir de diferentes fases de escaneado láser de alta precisión, se pretende obtener información que permita determinar la evolución del grado de afección o degradación del paraje y parámetros asociados a la inestabilidad de los taludes. El escáner repasará todos los elementos geológicos existentes (los frentes de explotaciones mineras, las oquedades, las cuevas y las galerías.

 El contrato para la ejecución de este proyecto ya ha sido licitado con un presupuesto de 187.162,59 euros, cofinanciado con Fondos Feder de la Unión Europea. El período de ejecución una vez firmado será de seis meses.

Cuatro son los objetivos de estos trabajos de investigación impulsados por el Servicio de Innovación y Difusión de  la Dirección General de Patrimonio Cultural. El primero es «el establecimiento geográfico de las zonas de riesgo» para poder delimitar las áreas de actuación. El segundo se centra en el «conocimiento de la afección de los diferentes agentes medioambientales sobre la progresiva degradación del macizo geológico».

Sufre una constante degradación irreversible, acentuada por los efectos climático, que se constata por la acumulación de cantos en la base y senda y por la puntual destrucción de recursos para la visita

En tercer lugar, diferenciar los factores de riesgo existentes y determinar la evolución de las consecuencias asociadas a dichos factores en tiempo real. La documentación de todo el trabajo como «base de una planificación de las acciones de prevención, protección, conservación y mantenimiento en las áreas de actuación» es el tercer pilar del proyecto que acaba de salir a licitación.

Patrimonio promueve este trabajo de escaneado de Las Médulas mediante tecnología láser para anticiparse en la aplicación de medidas que permitan frenar la degradación de la antigua explotación de oro romana Patrimonio de la Humanidad.

«Se trata de la mayor mina de oro a cielo abierto del Imperio Romano, por lo que la mayor parte de su extensión se puede considerar como un bien deconstruido, ya que su formación no es fruto de la intencionalidad constructiva del ser humano, sino de una intencionalidad destructiva. Esto implica que se trata de un bien patrimonial en constante mudanza y transformación, ya que los procesos erosivos mineros antiguos siguen jugando un papel activo en la mina. Puesto que es fruto de la destrucción y no de la construcción, sufre una constante degradación irreversible acentuada por los efectos climáticos. Esta se constata por la acumulación de cantos en la base y senda y por la puntual destrucción de recursos para la visita», recoge el pliego de condiciones de la licitación.

Se emplearán tecnología láser y drones para obtener una planimetría vertical y un levantamiento milimétrico, a fecha actual, de distintas zonas en el frente de explotación

Para conocer el grado real de afección y/o degradación del Espacio Cultural de Las Médulas y poder cumplir con los objetivos marcados en este proyecto de investigación digital, se establecerán tres actividades bien diferenciadas.

Por un lado, se realizarán campañas de escaneado, tanto en la época seca y cálida como en la de más frío y humedad, en las ubicaciones definidas como zonas de alto riego, que son la Senda de Las Valiñas (Cuevona y Encantada) y las galerías de Orellán.

Por otro, se emplearán tecnología láser y drones para «obtener una planimetría vertical y un levantamiento milimétrico, a fecha actual, de distintas zonas en el frente de explotación, así como de las cuevas existentes en el macizo». Con esto se pretende «obtener los datos reales del estado de dichas zonas como punto de partida para el estudio de su grado de degradación y la determinación de un mapa de zonas de riesgo especial». Mapa que servirá también para planificar la colocación de sensores de medición.

En definitiva, el fin último de todo este trabajo es «identificar los parámetros dañinos a los que están expuestos, determinar la evolución del grado de afección del macizo geológico, cuantificar los parámetros asociados a la inestabilidad de los taludes y prevenir su degradación».

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