CAMPO
Agricultura presenta una línea de ayudas a sistemas antiheladas que deprecia el plan que se ofreció al Bierzo
El que iba a ser un proyecto piloto para la comarca se ha extendido, finalmente, a toda la Comunidad, rebaja hasta el 40% las subvenciones y fija el mínimo de superficie de frutales de pepita en cuatro hectáreas
Las heladas han marcado las cosechas de los frutales bercianos en los últimos años. Es el gran mal a combatir cada primavera y desde el Bierzo —región agrícola minifundista— se había pedido a la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León un plan específico para la implantación de sistemas de protección al que el propio consejero, Gerardo Dueñas, se comprometió en una visita a Carracedelo.
Era un plan piloto a tres años que contemplaba subvenciones de hasta el 70% que, primero, quedó en barbecho y, después, se decidió extender a toda la Comunidad . Ahora, además, la Junta acaba de concretar que el porcentaje subvencionable será del 40%, lejos de las expectativas de los fruticultores bercianos. Así lo ha anunciado la propia Consejería, días antes de las reuniones previstas con las organizaciones agrarias para concretar los detalles de este nuevo plan.
Agricultura oficializó ayer una nueva convocatoria de ayudas a inversiones en torres calefactadas de protección frente a las bajas temperaturas que se publicará «próximamente». Primero, quiere reunirse con representantes de los operadores de las figuras de calidad de frutales de pepita y miembros de las organizaciones profesionales agrarias, pero ayer ya avanzó algunos detalles de dicha convocatoria. Se fija el porcentaje de subvención en un 40% y la superficie mínima en cuatro hectáreas.
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«Esta línea de ayudas tiene como objetivo limitar los riesgos de las inclemencias climáticas en las explotaciones de frutales de pepita para asegurar las producciones y mejorar su competitividad. Se destinarán a agrupaciones y asociaciones de fruticultores de las especies de manzano, peral e higuera que dispongan de, al menos, una superficie mínima conjunta de cuatro hectáreas colindantes», recoge el comunicado remitido ayer por la Consejería de Agricultura.
Esas cuatro hectáreas mínimas son otro inconveniente para un Bierzo en el que las mayores parcelas alcanzan ese tamaño y son las minoritarias. La mayoría de cultivos de la comarca son más pequeños.
El presidente de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), Daniel Franco, recordó que el plan piloto que se iba a probar en el Bierzo contemplaba una primera fase de pruebas en parcelas de cuatro hectáreas, pero se iría extendiendo a superficies más pequeñas para determinar cuáles son los mejores sistemas de protección.
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«De momento y a expensas de ver qué se nos concreta el próximo jueves, en la reunión a la que hemos sido convocados en Valladolid, esta convocatoria no cubre las necesidades de los fruticultores bercianos y queda lejos de las expectativas que se generaron», aseguró Franco que, de momento, prefiere ser cauto hasta conocer el detalle del plan.
Sí recordó el presidente de la ABA que, actualmente, existe una línea de ayudas para mejoras en instalaciones dirigidas a agricultores a título principal que contemplan subvenciones de hasta el 45%. Es decir, que ya hay en vigor un opción que supera el porcentaje de este nuevo plan antiheladas de la Consejería de Agricultura.
Lo que se ha desvelado del plan
La realización de las inversiones destinadas a la instalación de los equipos de protección contemplará, como mínimo, la ejecución de una instalación que incluirá al menos cimentación, vallado, torres, quemadores, motores y sistema de hélices.
La concesión de las ayudas se realizará en régimen de concurrencia competitiva, en función del cumplimiento de los requisitos exigidos, con el límite de los créditos presupuestarios asignados a la convocatoria.
Así mismo, se establecerán unos criterios objetivos de valoración para establecer un orden de prevalencia entre los solicitantes de las subvenciones, como serán la superficie y el número de fruticultores beneficiados en cada solicitud, la localización de las plantaciones en zonas con menciones de calidad diferenciada o el número de fruticultores jóvenes integrados en las agrupaciones y entidades asociativas solicitantes.