Positivo por consumir drogas el conductor de un camión de mercancías peligrosas
La Guardia Civil lo paró en un control en la A-6 en Carracedelo
Imagen de un control de transportes facilitada por la Guardia Civil. SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO
El olor a marihuana le delató cuando la Guardia Civil le detuvo en un control rutinario en la A-6 a su paso por el Bierzo. Y eso que la carga que llevaba en el camión era de lo más delicada. Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Benemérita han denunciado al conductor de un camión de mercancías peligrosas por dar positivo en una prueba de drogas.
Todo ocurrió en la Autovía del Noroeste (A-6) a la altura del término municipal de Carracedelo, cuando los agentes interceptaron al camión de mercancías peligrosas en un control de transportes y comprobaron que el conductor circulaba bajo los efectos de las drogas.
Los agentes procedieron a revisar la documentación del conductor, después lo identificaron y fue ese el momento en el que percibieron el fuerte olor a marihuana que se desprendía del interior de la cabina del vehículo y comprobaron que el camionero estaba algo nervioso.
A partir de ahí, los guardia civiles procedieron a hacerle la prueba de drogas al conductor y como se temían, dio positivo en THC, componente psicoactivo del cannabis, y en anfetaminas, aunque esto último todavía está pendiente de confirmar por el laboratorio, según informó la Subdelegación del Gobierno en León en una nota de prensa.
Los agentes también localizaron en la cabina del camión una bolsa de plástico con cogollos de marihuana, por lo que, además de intervenir la droga que portaba, denunciaron al conductor por conducir con presencia de drogas en el organismo —además un vehículo cargado con mercancías peligrosas— así como por infringir la ley de protección de la seguridad ciudadana por la posesión de la sustancia estupefaciente.
El vehículo quedó inmovilizado hasta que se hizo cargo del mismo otro conductor confirma la Subdelegación del Gobierno en León.
El organismo alertó de las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, porque disminuyen los sentidos de los conductores y suponen un peligro para la vida propia y la del resto de conductores.