La vía de comunicación más rápida del Bierzo con Asturias es un camino de cabras

La carretera que une los municipios de Páramo del Sil y Degaña por Valdeprado es la vía de comunicación más rápida entre el Bierzo y Asturias, ya que permite reducir en cerca de 30 kilómetros la distancia en comparación con el trazado que obliga a ir hasta Villablino. Carretera, eso sí, solo en la vertiente astur (AS-270) , porque en la parte leonesa es un camino de cabras reconocido formalmente como pista forestal y en un estado lamentable.

Eso denuncian los vecinos de la zona y la Junta Vecinal de Anllares del Sil, que ha vuelto a ser la titular de la infraestructura una vez que se ha dado por caducado el permiso que, en 1976, se otorgó a la empresa Hullas del Coto Cortés para construir una carretera en monte de utilidad pública que, mientras hubo actividad minera, fue de uso privativo y comunicaba el valle del Sil y la central térmica de Anllares con las explotaciones de carbón asturianas.

La Junta de Castilla y León se comprometió hace más de un año a hacerse cargo de su titularidad, pero nada se ha vuelto a saber de un proyecto que el Principado de Asturias sí asumió como propio, habiendo intervenido ya para dejar la calzada en buen estado. De hecho, la AS-270, como se ha denominado hasta el límite con León, ya forma parte de la red autonómica de carretera y recibe fondos como tal. Los presupuestos de 2023 recogen una partida de más de 550.000 euros para la mejora de la pavimentación y la renovación de la señalización.

"Aquí, este año, no nos han ni quitado la nieve, mientras que en la vertiente asturiana la carretera estuvo impecable", denuncia un vecino de Hospital del Sil que hace uso habitual de la carretera, la misma por la que se ven obligados a circular quienes residen o tienen que ir a Valdeprado y todos aquellos que se quieren evitar el rodeo por Laciana para conectar con el suroccidente asturiano.

Son algo más de once kilómetros desde el cruce con la CL-631 (Ponferrada-Villablino) y hasta el límite con la AS-270 que están minados de baches de grandes dimensiones y comidos por la vegetación en varios puntos, lo que también resta visibilidad. "¿Qué clase de turismo vamos a tener en estas condiciones? Si la gente que viene revienta la ruedas y no vuelve más", se lamenta uno de los vecinos del Alto Sil. "Todos los días voy de paseo y encuentro un coche con las cuatro ruedas reventadas", asegura.

También el presidente de la Junta Vecinal de Anllares del Sil, Borja Martínez, denuncia la situación en la que se encuentra una carretera que, a efectos legales, es pista forestal y, como tal, su gestión depende de la pedanía. Pero esta no tiene fondos ni capacidad para asumir el arreglo y por eso ha pedido ayuda a administraciones superiores. Como ya ocurrió en Asturias, donde juntas vecinales y ayuntamientos cedieron el vial al Principado, Anllares del Sil está dispuesta a hacer lo mismo. Es lo que desea, de hecho, para poner fin a los problemas de una arteria de comunicación que está llamada a ser los cimientos de una futura vía rápida entre Asturias y la meseta y viceversa . En ello trabajan ya desde el Principado para tratar de involucrar al Gobierno central en su ejecución.

En mayo del año pasado, vecinos del Alto Sil y el Suroccidente asturiano se concentraron en la carretera de Valdeprado para exigir su arreglo. Reclamaban dejarla en condiciones para hacer de ella una vía rápida de comunicación entre el Bierzo e Ibias, con mayor ancho de carretera y la posibilidad de circular a 80 kilómetros por hora. Entonces, el estado de la vía ya era malo en la parte leonesa. Ahora, es mucho peor.

La Delegación Territorial de la Junta en León declaró la caducidad de la autorización concedida a Hullas del Coto Cortés ya el pasado 18 de abril y así se lo comunicó formalmente a la Junta Vecinal de Anllares. El acuerdo firmado en 1976 contemplaba un uso privativo como pista minera durante 50 años que se cumplirían en 2026; pero incluía también otros motivos de caducidad. Entre ellos, que el uso para el que fue autorizada su construcción cesara durante un período de cinco años. Eso es lo que ha pasado y esa ha sido la llave para declarar obsoleta la concesión.