HISTORIAS CON HISTORIA
La tarde que el vicepresidente de Valencia, el torero Vicente Barrera, indultó un toro en Coyanza
-Toreó dos años en Valencia de Don Juan, donde se le recuerda por un indulto tras una gran tarde en 2002
Vicente Barrera, que será vicepresidente de la Generalitat de Valencia, también toreó en tierras leonesas durante su paso activo por el Arte de Cúchares. En concreto, en Valencia de Don Juan, donde llegó a indultar un toro en una de las dos tardes que se vistió de luces en el coso coyantino. Fue en el año 2002, en un cartel con Luguillano y Óscar Higares en las fiestas del Cristo.
En el sexto de la tarde, y después de todo un escándalo porque el toro que le correspondía en suerte, de la ganadería de El Quintanar, se rompió una pata y tardó 12 minutos en ser devuelto a los corrales ante la protesta general del público, Barrera estuvo cumbre con el sobrero. Del hierro del Conde de Mayalde, toreó al natural y espoleó al astado con manoletinas ceñidas "que hicieron que la música y los ¡olé! sonaran en el tendido", dice la crónica de esa tarde, firmada en este periódico por Ana Gorgojo.
Una placa recuerda la efemérides en la plaza de toros de Valencia de Don Juan. Al año siguiente, en su segunda comparecencia coyantina, también salió por la puerta grande después de cortar tres orejas.
El próximo vicepresidente primero del Gobierno valenciano de coalición entre PP y Vox y conseller de Cultura por Vox ha sido uno de los toreros valencianos más exitosos de los últimos tiempos y uno de los más tardíos, pues su familia intentó frenar esa pasión hasta que prácticamente completó sus estudios de Derecho.
Barrera nació en Valencia en 1968, en una familia con fuertes raíces en el mundo del toro, ya que su abuelo paterno fue el diestro Vicente Barrera Cambra, mientras que en su familia materna hubo importantes empresarios, como su abuelo, uno de los pioneros textiles más importantes de Ontinyent a principios del siglo pasado.
Su vocación tardía por el mundo de los toros le llevó a debutar en los ruedos con 24 años, algo excepcional en un mundo en el que las vocaciones son muy prematuras y en el que lo habitual es ver a todavía adolescentes en sus primeros pasos.
Tras retirarse de los ruedos, su presencia fue habitual en los mítines del PP y en 2011 recibió del entonces presidente valenciano Alberto Fabra la Alta Distinción de la Generalitat "como reconocimiento a su contribución a la pervivencia y disfrute de la fiesta de los toros" y a su carrera "llena de dedicación, sacrificio y éxito".
El futuro vicepresidente primero del Consell se afilió a Vox en 2018 porque era el partido que "estaba echando en falta en España".