Santander se niega a prohibir la circulación por el centro en su Zona de Bajas Emisiones
Santander, que había sido una de las ciudades más críticas con las Zonas de Bajas Emisiones en el anterior mandato de Gema Igual (PP), que ahora ha logrado mayoría absoluta, ya ha dicho que no va a prohibir la circulación por el centro, aunque tenga que aplicar la ZBE.
«¿Por qué lo vamos a tener que prohibir si Santander no está contaminada?», ha dicho Igual en una entrevista a la agencia Efe, tras ser reelegida alcaldesa, sumándose así al frente abierto por Ponferrada y Gijón contra el proyecto del Gobierno Central de Pedro Sánchez.
La alcaldesa de la capital cántabra apuesta por implementar una Zona de Bajas Emisiones, que todavía no está definida, a través de «muchas medidas» para crear una «ciudad saludable» pero «sin asustar a la ciudadanía». «Es algo que tenemos que hacer, protegernos», ha razonado.
Santander no está en contra de la normativa europea para las ciudades de más de 50.000 habitantes, ratificada por la Ley de Cambio Climático del Gobierno Sánchez, pero insiste en que «necesitamos herramientas para que, de tomarse esta medida, pueda ser efectiva y cause realmente beneficios ambientales, en lugar de generar únicamente problemas para los ciudadanos». «En primer lugar, queremos disponer de todos los datos necesarios a la hora de adoptar decisiones. Para ello, hemos presentado para su financiación con fondos europeos un proyecto que contempla la instalación, en diferentes puntos de la ciudad, de estaciones de calidad de aire, sensores de ruido, de aparcamiento... «de manera que tengamos muchos más datos para cuantificar los valores que determinan la calidad del aire actual y futura», escribe Gema Igual en su página web.
Otro de los motivos es que son partidarios de plantear a los ciudadanos opciones, no imposiciones. «No se trata de prohibir que los coches circulen sino de poner todas las facilidades para que los ciudadanos elijan otras alternativas diferentes al vehículo privado». El Ayuntamiento de Santander ha recibido 6,7 millones de euros de los Fondos europeos Next Generation para la puesta en marcha de actuaciones enmarcadas en la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y la transformación sostenible del transporte urbano.
Otras ciudades también empiezan a tomar decisiones después de las elecciones del pasado 28 de mayo para corregir el impacto de las ZBE.