Donde el lobo y las urces cuentan la vida de un lugar
La Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses ultima una guía de flora y fauna propia que reúne las 79 especies más representativas del territorio y cuenta su relación con la sociedad local, las creencias y los usos menos conocidos
Detrás de cada animal hay una historia que contar. Lo mismo pasa con las plantas. Y cada crónica es diferente en función de quien la cuente y, sobre todo, de dónde viva.
El lobo no solo es lobo y animal de mala prensa, sino que carga a sus espaldas una lista de leyendas y a él se pueden vincular numerosas tradiciones que dan cuenta, incluso, de la forma de vida de los moradores de un lugar.
El humeiro, por su parte, es un árbol de ribera que no solo contribuye a la fertilización del suelo. Sus ramas y hojas se han usado para curtir el cuero y evitar las pudriciones y de su corteza se han hecho infusiones ricas en taninos. De todo ello, de la historia menos conocida de la flora y la fauna y de valor natural dará cuenta la guía que elabora la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (Rbale).
Alejada de los formatos científicos y más próxima al territorio y a la creencias y usos de los vecinos, la guía propia de la Rbale recopilará información sobre 40 especies de flora y 39 de fauna, diferenciada en anfibios, aves, insectos, mamíferos y reptiles. Son las más representativas de Ancares y han sido seleccionadas en un proceso de participación ciudadana, a través de los grupos de colaboración de la Reserva de la Biosfera.
«El objetivo es animar al lector a conocer no solo las especies más destacadas del territorio, sino también su relación con la sociedad local y su forma de vida. Se enfoca en las especies más representativas, seleccionadas por su importancia para la población local y su relación con los usos tradicionales del territorio», explicó la gerente de la Rbale, Susana Abad.
El trabajo comenzó en septiembre del pasado año, enmarcado en el Plan de Acción 2022-26, con la intención de «valorizar y dar a conocer las especies más emblemáticas». Lo hizo de la mano de Rachel Torres, una alumna del Grado de Ciencias Ambientales de la Uned que se involucró en el proyecto a través del Campus Rural en la Reserva de la Biosfera. Ella hizo el primer borrador con la información recopilada en el Conejo de Participación y el Comité Científico de la Rbale.
Con los cimientos asentados, otro alumno en prácticas amplió la documentación. Estudiante del ciclo superior de Gestión Forestal y del Medio Natural, Manuel Ramón García se encargó de hacer una revisión más cercana de los nombres comunes y de ampliar el número de especies. Aquí tuvo mucho peso su conocimiento propio, ya que él mismo es de la zona.
Tras varias revisiones, la estudiante del Grado de Biología Carla Álvarez, que ocupa el puesto de personal en prácticas este verano, se encargará de la recopilación final de las imágenes que faltan para ilustrar la guía. La intención de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses es que vea la luz a finales de este mismo año.
En todo caso, esas casi 80 especies ya contenidas en la primera guía oficial de la flora y la fauna de este basto territorio no serán las únicas. El propósito es ir ampliando la publicación. «Será un documento vivo gracias a las aportaciones que esperamos se hagan por parte de vecinos y especialistas, sin perder de vista la visión de cercanía del documento», aseguró Susana Abad.
Hasta dos metros puedan alcanzar las urces. Pocas plantas son tan identificativas del medio rural. Se usaban para fabricar escobas y también para hacer cubiertas. Además, quema muy bien en la lumbre. Son detalles de una planta y de una sociedad que ahora se ponen en común para contar una historia. Y en el reto de conseguir hacerla lo más completa posible, la gerencia de al Rbale solicita fotografías de estas especies emblemáticas a todos aquellos que dispongan de ellas y puedan aportarlas.