Ramón se estrena con frentes con la Junta y sin exigir nuevas competencias a los alcaldes

Olegario Ramón fue elegido ayer presidente del Consejo Comarcal con la mayoría absoluta del PSOE en la primera institución berciana, en una votación en la que el PP se abstuvo y el representante de CB, Iván Alonso, votó en contra. Una toma de posesión en la destacaron las ausencias de alcaldes —salvo los que son consejeros—, no sólo del PP como Marco Morala (Ponferrada) sino también del PSOE como los de Bembibre o Igüeña —molestos con el proceso de su designación para el nuevo cargo— y el perfil bajo de la Junta, que sólo estuvo representada por el delegado territorial, Eduardo Diego.

Apenas los primeros ediles de Cacabelos, Sancedo o Arganza, este último de Coalición, estuvieron presentes junto al subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez; el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, y el líder del PSOE y número uno al Congreso en las elecciones del domingo, Javier Alfonso Cendón, además del presidente saliente, Gerardo Álvarez Courel, al que Olegario Ramón cerró la puerta de un tercer mandato tras perder la Alcaldía de Ponferrada.

En la Junta de Castilla y León centró el nuevo presidente del Consejo Comarcal su primera intervención con la propuesta de que se reforme la Ley de la Comarca, apenas 13 años después de la última revisión, o la reivindicación de una nueva sede para la institución, que planteó que se construya junto al nuevo centro de salud de la zona alta en la calle Obispo Osmundo, en un claro intento de abrir frentes también con el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital berciana.

Tras garantizar «lealtad y colaboración recíprocas con el resto de instituciones, sea cual fuere su color político», Ramón aseguró que asumía «el reto de pilotar la nave con humildad, tranquilo, con las ideas claras y con la necesidad de comenzar ya a trabajar». «Somos un equipo que asumimos la representación de la ciudadanía berciana y debemos estar a la altura, conscientes siempre de que nos debemos a esa ciudadanía, a su interés general: al de las presentes y las futuras generaciones», añadió.

El nuevo presidente del Consejo Comarcal reivindicó la política como base para llegar a acuerdos en un discurso plagado de citas que también aprovechó para sacar a relucir a Franco, Hitler o Salazar. «A modo de ejemplo —dijo— Salazar decía «detesto la política desde lo más hondo de mi corazón..». Por el contrario yo entiendo la política como una creación humana de trascendencia absoluta para preservar la libertad, para desarrollar la diversidad y la libertad de los seres humanos».

Además de la sede, Ramón se puso como retos el parque micológico comarcal y la gestión de residuos, pero no tuvo ni una palabra para el buque insignia del Consejo: el Banco de Tierras, pese a la presencia en primera fila del expresidente Gerardo Álvarez Courel. Tras recordar a los que le han precedido en el cargo, el ya presidente se ofreció como «interlocutor exigente» ante reivindicaciones como la sanidad, el abandono del medio rural por la deficiente cobertura de servicios públicos básicos, la ausencia de una red competitiva de comunicaciones físicas y electrónicas, la mejora de regadíos, la necesaria concentración parcelaria o la ampliación de suelo industrial. Todos temas en los que no tiene competencias el Consejo.

Y sobre los que sí tiene, pidió mejorar «notablemente» el servicio de asistencia a municipios, cuya «necesaria rapidez de actuación» se ve mermada por las bajas laborales de su plantilla, según dijo, y avanzar «con músculo y decisión» en la gestión unificada de Las Médulas, «con voluntad real y financiación adecuada» por parte de la Junta, añadió.

Entre los asistentes también se pudo ver a Tarsicio Carballo, del PRB, pese a no sacar representación, al procurador del PSOE Javier Campos o a los candidatos socialistas al Senado Carmen Morán y Salvador Vidal.