«Estuve en el cielo y salí del infierno»
El periodista Manuel Félix plasmará en un libro su viaje al Congo tras vivir 35 intensos días
Como en la canción de Labordeta, habrá un día en que todos... La conferencia-charla de Manuel Félix y el misionero Florentino García fue ayer un grito en favor de los habitantes del Congo, un país olvidado, gobernado por élites sin escrúpulos, que un periodista, en este caso del Diario de León, ha vuelto a poner de actualidad desde una ciudad como Ponferrada.
El mérito del viaje de Manuel Félix ha sido ir a un país «donde no va nadie» pese a la belleza de su paisaje y la luz del río Congo, el eje de la historia que plasmará en un próximo libro después de recorrer más de mil kilómetros y momentos que nunca olvidará. Un país al que Florentino García llegó en 1964, casi cuando nació Manuel Félix, y donde más de cinco millones de personas, cinco, han muerto en una fratricida guerra civil silenciosa como explicó este misionero berciano, que como mejor ejemplo de la situación del Congo dibujó una desgarradora comparación: «La mayor parte de la población no sabe para qué es un grifo». «Ni sabe lo que es un yogur», añadió.
El acto, celebrado ayer en un repleto auditorio en el Museo de la Radio, fue presentado por el director de Diario de León, Joaquín Sánchez Torné, que definió a Manuel Félix como «un periodista de raza».
No estaba desencaminado Torné visto lo que contó después MF, como firma muchas veces, a lo largo de más de hora y media. Y es que en ese recorrido vieron morir a un guía, víctima de un robo, o la cruda realidad de muchos niños a los que sus madres apenas pueden dar de comer, o les dan de comer casi de noche, para que puedan conciliar el sueño, como apuntó Florentino, que todavía ha vuelto del Congo hace poco. Un país donde ha pasado media vida.
«El Congo necesita 500 años para cambiar, y van a ser pocos», auguró el misionero, que denunció la «rapiña que ejerce el mundo civilizado en el país más rico de África». Una situación «intolerable», insistió, donde la ecología de ese mundo de móviles de última generación y coches eléctricos se está construyendo a costa de la miseria de los trabajadores del coltán y otros minerales.
Manuel Félix confesó que no se imaginaba dónde se había metido. «Estuve en el cielo y salí del infierno», señaló en una exposición acompañada de fotografías impactantes. Niños, miradas, paisajes, miseria... Después de 35 días de viaje, nadie se puede imaginar lo que es volver a casa. «Ahora soy consciente de que me jugué la vida», reconoció.
Historias hubo para todos, desde el paso por poblados, los viajes en viejos barcos de madera de la época belga, disparos en medio de una revuelta... Historias que durante las próximas semanas Manuel Félix publicará en la Revista dominical de Diario de León.
Entre los asistentes estuvo el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, y muchos amigos del periodista y del misionero. Florentino habló de la canción de Labordeta — «Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad...» — porque aunque no lo llegue a ver, espera que un día los congoleños puedan vivir mejor.