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«¿La inteligencia artificial? Es la inteligencia del hombre»

Antonio López repite un año más en los talleres del Cian-M de Fabero

Antonio López, ayer, visionando las obras del taller que ha dado esta semana en Fabero. ANA F. BARREDO

Ponferrada

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Por su cercanía, por su carácter afable y humilde, parecería que estamos ante un vecino más de Fabero que ante uno de los grandes pintores españoles del siglo XX. Pero así es Antonio López, que un año más ha participado esta semana en los talleres del Cian-M. Un espacio para el arte impulsado por el faberense y también artista Tomás Bañuelos, gran artífice de que Antonio López se desplace cada verano hasta Fabero.

De ese carácter cercano también han sido testigos los periodistas que este miércoles se han acercado a la clausura del taller de Antonio López, que lamentaba no haber tenido más tiempo para los alumnos. Llegó el martes y se va hoy jueves. «Estar en los talleres es parte de mi vida», confesaba el artista conocido por sus cuadros en la Gran Vía o de la Familia Real, miembro de la llamada Escuela Madrileña y pintor hiperrealista, como sin el óleo fuera tan fácil de modelar como una foto con el móvil. «Para mí la pintura es mi vida», añadía después de visionar las obras de los participantes del taller. «Creo que hay personas con más sensibilidad que otras, con más motivos para estar aquí», era su crítica.

Todo para concluir que la pintura «es el misterio del arte». Es, explicaba, «algo muy antiguo, que nace con el hombre, y que todavía pervive en el hombre». Y otra reflexión en voz alta: «Sabemos más que nunca pero también tenemos problemas más graves que nunca».

Una respuesta que daba lugar a otra pregunta, sobre su visión de las nuevas tecnologías. «Yo creo que siempre ha habido nuevas tecnologías —añadía—, desde las primeras manifestaciones del arte». Se inventó la rueda, el óleo, la fotografía... «Ahora se trabaja con muchos apoyos, pero el misterio del arte sigue siendo el mismo», insistía.

¿Y que aportará la inteligencia artificial? fue la siguiente pregunta de los periodistas. «Pero qué es», fue su contrapregunta. «Cuándo empieza la inteligencia artificial, cuándo el hombre descubre la electricidad, cuando aparece el tren, la penicilina, la bomba atómica... Es la inteligencia del hombre».

A los nuevos artistas, Antonio López les ha pedido «que sean sinceros». «Que sean ellos mismos. No te van a quemar en la hoguera. Decir tu palabra».

Ya son varios años viniendo a Fabero y Antonio López cree que «es una España un poco perdida», como su tierra de La Mancha. «Se habla poco. Se habla siempre de las mismas personas, los mismos sitios y los mismos problemas, y tengo la sensación que zonas como Fabero necesitan apoyo, también mi tierra».

«No están atendidas, no tienen la presencia que deberían tener por parte de los políticos. Es la impresión que tengo cuando vengo aquí» concluía el gran artista. Este año es la séptima edición de estos cursos, que contarán la semana que viene con otro gran pintor, Félix de la Concha. Después recibirán a los becarios de la Complutense. Fabero es de todos los colores menos el negro.