Diario de León

El Bierzo se salva de la quema

La comarca pasa de más de dos mil hectáreas calcinadas en julio de 2022 a menos de cien en lo que va de verano Las lluvias del final de la primavera y los sustos del verano pasado reducen la siniestralidad; de 81 a 48 incendios

Descarga de agua desde un helicóptero en La Tebaida berciana, en julio del pasado año. ANA F. BARREDO

Descarga de agua desde un helicóptero en La Tebaida berciana, en julio del pasado año. ANA F. BARREDO

Ponferrada

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«No se puede cantar victoria pero vamos por el buen camino». Así valoran desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que apenas se haya quemado en el Bierzo lo que va de verano —datos hasta el 2 de agosto— menos de cien hectáreas de terreno, un cinco por ciento de las más de dos mil que ardieron en el nefasto mes de julio de 2022. Frente a las 2.004 hectáreas calcinadas a estas alturas del verano pasado en los 81 incendios forestales registrados en la comarca —en su mayoría correspondientes al complicado incendio de Montes de Valdueza, que quemó 1.406 hectáreas, y al que entró desde Galicia en Puente Domingo Flórez y arrasó otras 377 hectáreas— el Bierzo ha perdido este verano 98,35 hectáreas en 48 incendios.

Queda mucho verano, insisten en el Servicio Territorial, pero con un descenso de casi el cincuenta por ciento en el número de incendios y la drástica caída en las hectáreas quemadas, la estadística alienta la esperanza.

¿Y qué ha cambiado entre el verano pasado y este?

Tanto en 2022 como en 2023 el verano se ha adelantado a la primavera también en el Bierzo. El año pasado, aseguran en la Junta, se anticipó dos meses, como demuestran las elevadas temperaturas mínimas registradas en primavera, que adelantó la floración. Y los rayos lo complicaron todo. «Llegados al mes de junio, y más en julio, con un importante estrés hídrico en la vegetación, se produjeron numerosos incendios por rayo que en su mayoría fueron resueltos sin problema por el operativo de prevención y extinción de incendios de la Junta de Castilla y León», explica desde el Servicio de Medio Ambiente.

No ocurrió lo mismo, sin embargo, con el rayo que desde La Guiana, desgarró de nuevo La Tebaida Berciana y cinco años después del gran incendio provocado de 217, cuando ardieron 1.300 hectáreas, la zona de Montes de Valdueza volvió a ser víctima de un incendio de grandes proporciones que dejó un balance aún peor de 1.406 hectáreas, algunos pueblos desalojados, el susto en el cuerpo de los vecinos, y la desolación de todos aquellos a los que ya les había dolido ver arder el corazón simbólico del Bierzo.

La orografía complicada y la simultaneidad de otros incendios provocados también por las tormentas eléctricas que asolaron el Bierzo en el verano pasado, dificultaron la extinción del incendio de Montes de Valdueza y obligó a la Junta a pedir ayuda a otras administraciones. La Unidad Militar de Emergencias se desplegó en la zona, llegaron medios de Asturias y del Gobierno central, especialmente en la cobertura aérea. Los helicópteros que descargaban agua en las escarpadas laderas de la Tebaida tuvieron trabajo. Medio Ambiente reconoce además que la proximidad de núcleos de población hizo «difícil de gestionar el incendio».

El de Montes de Valdueza se solapó con el gran incendio que entró desde Galicia, donde arrasó nada menos que 12.000 hectáreas, hasta Puente Domingo Flórez y que también obligó a desalojar poblaciones. Finalmente fueron 377 hectáreas, el segundo gran incendio del verano.

Este año, el verano también se ha adelantado, esta vez tres meses. Pero ha habido una diferencia respecto al año pasado. «La sucesión de tormentas y algunos chubasco durante el mes de junio» dice la Junta, «se ha traducido en una menor siniestralidad». El monte aún no se ha secado. Y aunque se hayan seguido produciendo incendios debido al rayo, se ha notado una mayor concienciación. Ha habido menos fuegos intencionados o por negligencia.

La Junta destaca además la efectividad del operativo que se mantiene prácticamente invariable del 72 al 73 por ciento de un año a otro. En 2022, de los 81 incendios , 58 se quedaron en conatos y este verano, de los 48, 35 fueron también de menos de una hectárea.

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