La Tebaida escondida
El nuevo número de la revista de investigación ‘Bierzo’ escarba en el patrimonio más inadvertido de las iglesias de la Ponferrada rural
Derecha, ángeles cerferarios de Bouzas y campana de la iglesia de Manzanedo. Abajo, presentación de la revista, armadura de la iglesia de Valdefrancos y Cruz procesional de San Esteban de Valdueza. LDM
« La Tebaida escondida», y la expresión es del historiador Vicente Fernández, uno de los coordinadores de la revista de investigación Bierzo, son aquellos «pequeños tesorillos» del patrimonio religioso que pasan más inadvertidos en las iglesias de la Ponferrada rural. Y sobre esos objetos, grabados, grafitos, relicarios, libros, cruces, campanas o pilas bautismales, incluso un reloj de sol, han escrito Sergio Pérez Martín y Josemi Lorenzo Arribas el texto que sirve de portada a una nueva edición de la revista que edita el Archivo Histórico Parroquial de la Basílica de la Encina y la Fundación Ana Torres Villarino, presentada ayer en Ponferrada.
Los tesoros ocultos de la Tebaida Berciana , el lugar de los eremitas y cuna del monacato, empiezan con la llamada ‘Cama de San Genadio de la iglesia de Santiago en Peñalba y con una curiosa Cruz patada incisa de cronología medieval que el visitante que tenga paciencia puede encontrar en un cerca próxima a la iglesia de Nuestra Señora en Palacios de Compludo.
Convencidos de que «los edificios también tiene biografía», los autores incluyen entre esos tesoros los dos ángeles ceroferarios de la i glesia de San Juan Bautista de Bouzas, que datan de finales del siglo XIX o principios del XX y son una curiosa mezcla de arte popular. O la campana de la la tronera norte de la iglesia de San Pedro Villarino en Manzanedo de Valdueza, del primer tercio del siglo XVI. También la armadura de la cabecera de la iglesia de San Bartolomé en Valdefrancos, del siglo XVIII y la Cruz procesional de la iglesia de San Esteban de Valdueza, del siglo XVI o el reloj de sol de la iglesia de San Cristóbal de Valdueza, de entre el siglo XVIII y XIX.
Más allá de su portada y su investigación de apertura, la revista Bierzo viene con una docena de artículos, entre otros el de Manuel Olano que aporta nuevos datos sobre la judería de Bembibre , el de Juan Antonio Barrio que indaga en la vida del obispo Vicente José de Soto, natural de la aldea de Ruitelán, o las investigaciones de Miguel José García sobre la Escuela-Ropero de Campo, en lo que hoy es el centro cívico y una institución nacida para educar y vestir a los niños del pueblo gracias al tesón de Pedro Fernández Matachana.
El higienismo y el regeneracionismo de los pioneros del deporte ponferradino, de Pío Javier Teijelo, las investigaciones de Miguel Ángel González sobre los conventos bercianos de clausura o el itinerario berciano que en 1906 llevó a cabo Manuel Gómez- Moreno, autor del Catálogo Monumental de la Provincia de León, son otros artículos destacados.