Diario de León

El Bierzo entra en un plan de impulso del sector resinero ligado a la castaña

El objetivo es compatibilizar ambas actividades económicas para generar empleo estable

Un soto de castaños en el Bierzo, en una imagen de archivo. L. DE LA MATA

Un soto de castaños en el Bierzo, en una imagen de archivo. L. DE LA MATA

Ponferrada

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En el Bierzo hay cerca de 16.000 hectáreas de castaños que generan una actividad socioeconómica muy estacional, concentrada en los últimos meses del año, y empleo temporal y poco estable durante las campañas de recogida. De esa condición que puede suponer un freno para el sector, surge también la oportunidad de compaginar la castañicultura con otra actividad económica de gestión forestal complementaria en el tiempo y, con ello, crear puestos de trabajo de larga duración. Ese complemento perfecto puede ser la extracción de resina de las masas de Pinus pinaster que hay en el comarca, un sector a día de hoy inexplorado que pretende impulsar el proyecto Biocares, del que forma parte la Mesa del Castaño del Bierzo.

Biocares es una iniciativa que involucra a cinco entidades vinculadas a los sectores de la castaña y la resina del noroeste de España y que ha sido presentada a la convocatoria de ayudas europeas para el apoyo de proyectos transformadores ligados al ámbito forestal de la Fundación Biodiversidad. Con un presupuesto que supera en algo los 1,6 millones de euros, este proyecto persigue configurar, apoyar y desarrollar un nuevo sector nacido de la unión de dos preexistentes, el resinero y la castañicultura, para «mejorar los rendimientos económicos y la circularidad de estos procesos», explican sus promotores.

El potencial del pino

En el Bierzo hay 823 hectáreas de pino resinero que nunca han sido explotadas

La extracción de la resina se desarrolla entre los meses de mayo y septiembre y la castañicultura, entre octubre y final de año. Compaginando ambos se consigue «generar actividad estable de mayo a diciembre, creando más empleo y complementando las rentas más allá de la temporada de castañas», explicó el secretario de la Mesa del Castaño del Bierzo, Roberto Rubio.

La idea, por tanto, es impulsar el sector resinero en la comarca y que los trabajadores que se dedican a esa actividad estén vinculados también a la recogida de castañas. Para ello, la creación de cooperativas y/o asociaciones es un requisito fundamental dentro del proyecto, así como la formación de personal. «Las propias agrupaciones de castañicultores que ya hay se pueden beneficiar también de esta otra óptica de aprovechamiento del monte», apuntó Rubio.

En el Bierzo hay 823 hectáreas de pino resinero , según el estudio realizado para sentar las bases del Biocares. Están en Ponferrada, principalmente la zona de Santo Tomás de las Ollas; Arganza, Cubillos del Sil, Villafranca, Fabero, Vega de Espinareda, Puente de Domingo Flórez y Carucedo, entre otras localizaciones menores.

El Centro Tecnológico Forestal y la Madera (Cetema) de Asturias, la Asociación de Propietarios Forestales de Asturias (Profoas), Cesefor, la Universidad de Santiago de Compostela y la certificadora FSC son los cinco socios de un proyecto que, de conseguir la financiación de la Fundación Biodiversidad se desarrollará en seis zonas de León, La Coruña, Pontevedra, Lugo y Asturias en las que hay castaños y masas de Pinus pinaster que pueden complementarse. Además del Bierzo, en León también se ha seleccionado Tabuyo del Monte, por ser zona resinera.

En todas estas zonas se desarrollarán diferentes acciones, como ensayos de métodos de extracción de castañas y resina, cálculo de rendimientos, formación de trabajadores de manera individual y formación para la creación de cooperativas y acciones vinculadas a marcas de calidad, entre otros.

«En concreto, en la comarca del Bierzo se desarrollarán modelos productivos (técnicos y económicos) que optimicen el aprovechamiento conjunto de la resina con la castaña y se incluirá el aprovechamiento de biomasa residual. Finalmente, se transferirá e implementará el conocimiento generado mediante la creación o el impulso de estructuras corporativas de trabajos forestales multifuncionales», explicó la investigadora forestal Aida Rodríguez.

Impulsado el sector resinero en el Bierzo y uniendo su gestión a la de la castañicultura se generarían empleos «más atractivos, estables y resilientes para la población de estos territorios y potenciales nuevos pobladores que, al mismo tiempo, contribuyen a una gestión forestal más activa y sostenible», añadió Rodríguez.

Que se seleccionara la actividad resinera como complemento de la castañicultura responde a unos parámetros bien definidos. Por un lado, la posibilidad de compatibilizar ambas actividades en el tiempo; también porque pino resinero y castaño «comparten el mismo espacio, el forestal» y porque «son dos especies autóctonas», explicó Roberto Rubio. Es más, hay sotos de castaños en el Bierzo rodeados de masas de pino.

«Cuando más gente tengamos en el monte realizando distintas actividades, mayor capacidad de gestión vamos a tener y mayor beneficio económico», dijo el secretario de Cesefor, que asegura que la convocatoria de ayudas debería estar resuelta en enero.

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