La espina clavada de Marín es una plantilla fija más amplia y estable
Casi ocho años después de su llegada al rectorado de la Universidad de León, no hay duda de que Juan Francisco García Marín reflotó el Campus de Ponferrada. Son muchas las acciones y proyectos que celebra pero también reconoce que se ha quedado con alguna espina clavada, sobre todo en lo relacionado a la plantilla de profesores y la fijación de talento en el territorio.
«Se ha incrementado la plantilla de profesorado y de administración y servicios, pero el Campus debería tener una plantilla fija, más amplia y estable no profesores de León que van y vienen», aseguró el rector, defendiendo que, es los últimos años, «se ha dado facilidades» para esa fijación de plantilla y «se seguirán dando». En cuanto a la atracción de talento de fuera, Marín destacó el trabajo realizado por la ULE para ello, pero reconoció que ese talento «se queda en León».