La investigación del viaducto del Castro destapa nuevas "fisuras"

La investigación sobre las causas últimas del doble derrumbe en el viaducto del Castro , en la A-6, tiene un nuevo capítulo con la reciente localización de «fisuras o discontinuidades» en el interior de los mamparos que se vinieron abajo en junio de 2022. 

Así consta en un informe del Ministerio de Transportes donde se dice que ya no hace falta conservar todas las dovelas de los mamparos, «sin perjuicio de que, a medida que los trabajos de investigación se encaminen a su cierre, pudiera surgir alguna otra condición o circunstancia que pudiera requerir nuevas evaluaciones».

La investigación aún no se ha cerrado a la espera de llegar también a la ‘zona cero’ del doble derrumbe , que es la base de la pila que se desvió más de dos metros tras venirse abajo la segunda plataforma de hormigón.

«Con el conocimiento actual, en relación con la investigación asociada a la determinación del mecanismo de fallo de los vanos uno y tres de la estructura de la calzada derecha, se mantiene la previsión de ejecutar la excavación de la pila dos de esta estructura, hasta alcanzar la cota de cimentación con el objetivo de poder inspeccionar y tomar muestras de este elemento para dar conclusión a la investigación de las causas de los colapsos de los dos vanos de esta estructura», explica el informe.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana presentó el pasado mes de noviembre los informes provisionales que analizaban las causas del colapso de los vanos 1 y 3 del viaducto del Castro de la autovía del Noreste A-6, sentido La Coruña. Las conclusiones preliminares de los estudios apuntaron a un conjunto de causas tras los trabajos de hidrodemolición  que se estaban ejecutando para el saneo y refuerzo de las losas de continuidad entre vanos. «Esta acción combinada con una característica del hormigón inferior a lo previsto debido a una situación de degradación del material mayor de lo esperado propició el colapso de los vanos afectados», explicó el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores.

Si no hubo una tragedia fue porque en abril de 2021 el Ministerio realizó una inspección especial del viaducto que afloró un gran deterioro de los cables que sujetaban la estructura de hormigón. Entonces se achacó a «la ausencia de un sistema eficaz de impermeabilización para hacer frente a la exigencia meteorológica de la zona». 

Sin embargo, este reciente hallazgo de fisuras interiores pondrían sobre la mesa que no sólo fue un problema derivado de la meteorología de Piedrafita el que influyó sobremanera para que se cayeran las estructuras. Ahora se puede plantear un problema mayor derivado de su construcción, aunque de momento no hay conclusiones definitivas.

 En octubre de 2021, nueve meses antes del doble derrumbe , se iniciaron obras de reparación, a través de una declaración de emergencia, consistentes en la sustitución de los cables en todos los vanos de viaducto del Castro en ambos sentidos y en la reparación de las juntas, lo que obligó a iniciar las labores de hidrodemolición —romper el hormigón con agua a presión— en varios vanos.

Los informes sobre el doble derrumbe fueron elaborados por dos firmas de gran prestigio como MC2 e Ideam, que se sirvieron de más de 377 ensayos de resistencia de materiales realizados por Mitma, y que coincidieron en que no se puede establecer una causa única, ni principal, del colapso y que los trabajos de hidrodemolición iniciados para rehabilitar el viaducto «pueden haber sido una causa necesaria pero no suficiente para justificar el derrumbe».

Aunque se detectaron hidrodemoliciones superiores a las previstas de 75 mm, la infraestructura tendría que haber soportado las tensiones de los trabajos, tal y como sucedió en los mamparos de otros vanos, y como reflejaron las modelizaciones 3D.

Mientras, las obras del viaducto sentido Madrid continúan a buen ritmo para intentar abrir en los primeros meses del año que viene. El de dirección La Coruña tiene presupuesto aprobado pero aún no se han iniciado las obras.