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Un laboratorio de Zaragoza cotejará el ADN del Capitán Fantasma con el de un nieto

Jornada de Recuperación de la Memoria Histórica en el Campus

Sergio Castro, Marco González y PIlar Marqués, con los alumnos en el Campus. L. DE LA MATA

Ponferrada

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«Estamos seguros de que es él», decía este miércoles el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Marco González, antes de confirmar que las muestras de ADN del guerrillero antifranquista Tomás Fernández, —abatido en un enfrentamiento con la Guardia Civil en junio de 1940 y conocido después como Capitán Fantasma, porque su familia no supo lo ocurrido hasta cuarenta años después— serán cotejadas con las de un nieto en un laboratorio privado de Zaragaoza, una vez realizado el análisis antropológico de los restos exhumados en agosto en Primout.

Aunque la ARMH no tiene dudas de la identidad de los restos que han permanecido 83 años sepultados bajo nueve toneladas de tierra en una recinto de 15 metros cuadrados del cementerio de Primout, el ánálisis genético es necesario para certificar a la familia la identidad de los restos del antiguo oficial del Ejército Popular de la República que cubrió la huida de sus compañeros cuando se internaban en Primout en su periplo para huir a Portugal. Si los análisis no se complican, los resultados pueden estar listos en un periodo de entre dos y siete meses.

González participó ayer en una Jornada sobre Memoria Histórica en el campus de la Universidad de León en Ponferrada que trajo al Bierzo a 86 alumnos que estudian para ser profesores de Primaria en el campus de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela. La vicerrectora del campus de Ponferrada, Pilar Marqués recibió a los estudiantes y recordó la «especial sensibilidad» de la Universidad con la ARMH, a la que ceden el espacio que ocupa su laboratorio en Ponferrada. Marqués recordó que la jornada se recupera tras el paréntesis de la pandemia y que existe una beca de colaboración anula con la ARMH.

González, acompañado del miembro de la asociación Sergio Castro, también mostró a los estudiantes gallegos el laboratorio de la ARMH tras la proyección del documental Las Cunetas, de Bodo Marks y Shelina Islam. El vicepresidente de la ARMH recalcó a los alumnos que la asociación trabaja siempre a contrarreloj a la hora de ayudar a familiares de represaliados a exhumar e identificar restos. «Cuando tenemos a una hermana de la víctima que ya ha cumplido los 94 años o un hijo con 87, tenemos que darnos prisa», les explicó. González también insistió en lo difícil que resulta reconocer el terreno donde los testimonios orales sitúan una fosa, por más fiables que parezcan, porque la ubicación «se desdibuja con el tiempo en la mente y en la memoria colectiva de la gente», afirmó.