Sancedo y Arganza piden protección para los cortines del Valle del Rigo
Reclamará el BIC en sus Plenos El presidente de la Diputación, en la Ruta con 250 personas
Quizá los osos vuelvan a recorrer las laderas del Valle del Rigo entre Sancedo y Arganza, recuperada su población en el Alto Sil, pero si lo hacen, los dos municipios bercianos confían en que para entonces la decena de cortines —fortificaciones que protegía a los colmenares de abejas— ya cuenten con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Castilla y León, como ha ocurrido con los de Fonfría en Torre del Bierzo. Al oso pardo poco le puede importar un BIC si los vecinos de Ocero o de San Vicente decidieran volver a colocar colmenas en esos cortines, pero las viejas estructuras que nos hablan de una sociedad rural que ya no existe, sí estarán protegidas sobre el papel, y con la ley, contra cualquier vándalo.
Y lograr la declaración de BIC para los cortines del Valle del Rigo, pero también para los restos de explotaciones de oro y de hierro que, a falta de un estudio en profundidad, bien pudieran datarse cuando menos en la Edad Media, ha unido a los dos ayuntamientos, que este domingo, y durante la segunda y exitosa Ruta de los Cortines que reunió a 250 personas, anunciaron la presentación de sendas mociones ante sus respectivos plenos para instar a la Junta a reconocer los ejemplos de la llamada arquitectura de piedra seca y restos como los del pozo vertical, antigua explotación de hierro tallada en la roca sin herramienttas mecánicas, que también se encuentra en el recorrido. Sancedo, adelantó su alcalde, Marcos Álvarez, aprobará la moción este viernes.
Los dos municipios cuenta además como aliado con la Diputación, cuyo presidente Gerardo Álvarez Courel, acompañó este domingo a los paseantes. La junta y la Diputación ya ha subvencionado con 30.000 euros la recuperación de tres cortines.