Oencia estudia la solicitud de zona catastrófica tras el corrimiento que destruyó seis casas
Un arquitecto de la Diputación valorará el estado de otra vivienda y el Ayuntamiento pedirá ayuda a Confederación para limpiar la zona
El Ayuntamiento de Oencia (León) estudiará si es posible pedir la declaración de zona catastrófica en el pueblo de Lusío, donde ayer se produjo un corrimiento de tierras que se llevó por delante seis casas, cuatro de ellas abandonadas y otras dos rehabilitadas y que en ese momento estaban vacías, ya que su propietario reside en Barcelona y sólo las utiliza en vacaciones.
El Ayuntamiento cree que con esa declaración, u otro tipo de ayuda de las administraciones, el vecino podría volver a arreglar sus casas, ya que han quedado en muy mal estado. “Vamos a mirarlo con las administraciones, a ver si nos dan alguna solución y podemos ayudar en algo para rehabilitar las casas. Las demás estaban abandonadas desde hace mucho tiempo, pero esas dos tenían sus muebles, sus electrodomésticos y todo, como cualquier casa”, explica el alcalde, Arsenio Pombo, a Ical.
El corrimiento de tierras se produjo ayer por la tarde, debido a las intensas lluvias registradas en los últimos días y que provocaron la crecida de un arroyo situado muy cerca de esas edificaciones. Por eso el Ayuntamiento se ha puesto ya en contacto con la Confederación Miño-Sil para ver cómo deben actuar a partir de ahora y también para recabar su ayuda para poder limpiar la zona. “Esperemos que nos ayude Confederación, porque desde el Ayuntamiento lo tenemos difícil. Somos un municipio pequeño y ahí hay muchas toneladas de escombro que mover”.
El alcalde espera también la llegada de un arquitecto de la Diputación de León, que debe valorar el estado de otra casa que se encuentra en la misma zona. También, está abandonada y habrá que decidir si se tira o no es necesario. “Queremos que se valore la que se está desprendiendo. Es una casa en la que tampoco vive nadie. Tenemos que saber si también hay que tirarla o qué hay que hacer con ella”, añadió.
El corrimiento de tierras no dañó a ninguna persona es esta pequeña aldea, en la que tan solo viven tres personas. Las viviendas de esos vecinos no corren peligro ya que no están cerca del arroyo. “El corrimiento se produjo porque pasa un arroyo y por un lado marchó un terraplén y éste fue contra las casas”, finalizó el regidor.
La situación está ahora más calmada, ya que las intensas lluvias y los fuertes vientos registrados a lo largo del fin de semana están remitiendo poco a poco.