Carmelo Gómez llena el Bergidum
El actor leonés llega a Ponferrada el miércoles 29 con ‘Las guerras de nuestros antepasados’, adaptación escénica de la novela del mismo título de Miguel Delibes que ha agotado las localidades desde hace semanas
Hace semanas que no hay entradas para ver a Carmelo Gómez, el intérprete leonés que se ha refugiado en el teatro tras una larga carrera como actor de cine, al frente del reparto de Las guerras de nuestros antepasados, adaptación de la novela del mismo título escrita por Miguel Delibes que la compañía Pentación pondrá en escena el próximo miércoles 29 de noviembre a las 20.30 horas.
Hace semanas que se vendieron todas las localidades para asistir a la representación de una obra que defiende «la paz frente a la guerra y la no violencia como camino de vida», explican en el Bergidum, Y es que la trayectoria de Carmelo Gómez, ganador del Goya al mejor actor protagonista y al mejor actor de reparto que debutó en el cine con El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez, en 1986. y el poso de la obra de Delibes han sido suficientes como para llenar la platea del Bergidum con mucha antelación.
El Bergidum destaca «el derroche interpretativo» de Carmelo Gómez en una obra donde «todo es extraordinario» según la crítica. Gómez interpreta el personaje de Pacífico Pérez, y el nombre ya es una declaración de intenciones en una pieza que lleva a los espectadores a un final terrible. Adaptada al teatro por Manuel Gala y con dirección de Claudio Tolcachir, en la obra también destaca la labor de Miguel Hermoso.
El escritor y periodista vallisoletano Miguel Delibes publicó Las guerras de nuestros antepasados en el año 1975 y Eduardo Galán ha querido destacar el carácter complejo del personaje de Pacífico Pérez, «su sumisión a los poderosos, su resignación casi franciscana ante un destino grabado en su memoria desde la cuna con las historias de las guerras que le contaba el Abue, el Bisa y Padre». Galán ha declarado que su adaptación ha querido respetar el esquema original de la novela, estructurada en siete entrevistas entre Pacífico y el psiquiatra de la prisión donde está encerrado. Y todo ello con el lenguaje rural castellano de la novela.