Testigos de yeso y otras medidas de seguridad
El ‘Estudio sobre la situación de los hundimientos derivados de la explotación de la mina Coto Wagner’ también recoge una serie de recomendaciones de seguridad que no se llevaron a efectos o no en su totalidad. «Proponíamos la realización de un seguimiento de las casas localizadas sobre el filón, comparando las grietas para ver cómo iban evolucionando», explica el profesor Benjamín Sánchez.
Entre las medidas concretas, los expertos planteaban, por ejemplo, la instalación de testigos de yeso.
Ese control que se recomienda en el informe debía ser continuo en las vivienda afectadas, tanto las habitadas como las que no. De hecho, en las no habitadas se planteaba una periodicidad trimestral.
«En la parte que se explotó debajo del pueblo, el espesor de las macizos de protección es bastante homogéneo, salvo quizás en esa zona central que son fincas. Ahí se llegó más arriba. En todo caso, sobre la traza de la explotación no se debería construir nada nuevo. Yo, desde luego, no lo haría. Hay mucha parte del pueblo que queda fuera del margen de la galería en la que no se platean problemas ni riesgos», afirmó Sánchez, que también aclara lo que puede parecer una obviedad, que «no hay peligro de que el terreno se trague las casas que están encima de la traza de la explotación», aunque sí se pueden producir daños parciales.