Diario de León

«Una relación en el cielo o en el infierno»

Los hermanos y amigas de Raquel relatan que desde el principio de la relación con el exconcejal vieron comportamientos extraños en la pareja «Tenía verdadero miedo», dijo una de ellas Todos negaron que tuviera problemas con el alcohol

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Ponferrada

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La segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra el exconcejal Pedro Muñoz, por un presunto caso de violencia machista contra la que fue su pareja, Raquel Díaz, por el que la Fiscalía pide 18 años de cárcel por cinco delitos, puso de manifiesto este martes la relación tormentosa que mantenían ambos. Tanto dos hermanos de la víctima como varias amigas explicaron los problemas que surgieron desde el principio de la relación, antes incluso de la boda. Una relación que una de ellas definió con una frase que le dijo la propia Raquel: «Era una relación en el cielo o en el infierno».

El primero en testificar fue su hermano Enrique, que explicó que Raquel le dijo antes de la boda que Pedro Muñoz ya la maltrataba y tenía miedo. «Me dijo que le agarraba del cuello y tenía que disimularlo con maquillaje», relató. «La intentaba ridiculizar en las reuniones del partido. Sabía cómo agarrar para no dejar marca. Tenía fuerza», insistió.

Su hermana Rocío, que testificó por viodeoconferencia también, relató la situación que vivió en agosto de 2017 en una visita a la vivienda que compartían Raquel y Pedro en Toreno. Tras acostar a sus hijos, escuchó cómo Pedro Muñoz «arrastraba a Raquel por las escaleras y ella se quejaba». Si no salió de la habitación, fue —dijo— por miedo y por sus hijos.

Sin embargo, a una pregunta del abogado de Pedro Muñoz, reconoció que no vio a su hermana con lesiones al día siguiente, ni en los posteriores días que estuvo en la finca de Toreno.

En su comparecencia, también explicó cómo se enteró de los hechos. Fue por una llamada de Pedro Muñoz. En el hospital de León, una doctora le dijo a su marido que Raquel tenía lesiones que «no cuadraban con lo que había dicho Pedro».

Tanto los familiares como las amigas que comparecieron ayer negaron que tuviera problemas con la bebida a preguntas de la fiscal y del abogado de Raquel.

Fue la primera de esas amigas en comparecer quien recordó que Raquel temía que el acusado la «hundiera» y fue quien recordó, sobre la relación de la pareja, la frase que decía la propia Raquel. «Con Pedro estoy en el cielo o en el infierno».

«Raquel decía que denunciarle implicaría que no iba a poder trabajar, que iba a acabar con su vida. Tenía verdadero miedo», expuso una de las testigos. Las amigas y los hermanos de Raquel Díaz destacaron que era deportista y se preocupaba por su alimentación. Respecto a su físico, recalcaron que durante la relación con Muñoz sufrió un deterioro importante.

Un colaborador del partido de Pedro Muñoz reconoció en su declaración que él y otra persona ayudaron a Raquel a instalar una aplicación para poder grabar las llamadas del acusado. También reconoció «el menosprecio» del acusado con Raquel o llamadas «insistentes» de Muñoz para saber dónde estaba.

El juicio se reanuda esta mañana a las 9:15 horas con la declaración de nuevos testigos.

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