Diario de León

El acusado insiste: «Si quería matarla ¿para qué iba a pedir que la operasen?»

León

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Se quejó amargamente el procesado de los términos en los que presentaban los médicos las conclusiones de sus estudios. Lo hizo durante la sesión, musitando en voz baja, y en los recesos, ante quien le quiso escuchar.

«Si yo quería matarla supuestamente ¿poro qué iba a pedir que la operasen? ¿Cómo voy a salvar la vida de alguien que luego va a querer meterme en la cárcel? ¡No tiene sentido!», protestó.

Fue después del contundente relato de la sanitaria que primero prestó su voz a las dudas. «En el servicio, todos teníamos la sensación de que era un caso de un ataque machista y que no cuadraba con las versiones que nos llegaban. Eran un poco contradictorias, que se había caído para atrás, que había caído de un muro y que se había caído persiguiendo a un gato. Todo esto lo decía el marido y no nos cuadraba».

Llamó la atención a la profesional «que había lesiones en diferentes planos», circunstancia que no concordaba con los hechos relatados por el procesado.

También habló la psiquiatra que atendió a la víctima hasta febrero de 2019. «Sufría insultos y agarrones. Pero tenía una sensación ambivalente porque a veces se sentía bien y porque ella relató que nadie podía dejar a Pedro si él no quería».

Después de trabajarlo mucho «llegó a la conclusión de que era víctima de violencia de género». Sin embargo, fue sincera y abrió un resquicio a la duda: la tarea clínica «trabaja con la versión del cliente, no tenemos métodos para comprobar si responde a la realidad o no», reconoció.

Pasó por la sala en videoconferencia desde Málaga la psicóloga que trabajaba con la que fuera esposa de Muñoz desde Málaga por vía online . «Quería salir de la relación de maltrato en la que estaba con su pareja». Tenía miedo de buscar profesionales de su zona «porque él tenía mucho poder».

Habló con ella «apenas unos días antes de lo que le sucedió». Ella recibía insultos de Muñoz: «La llamaba puta y zorra y le amenazaba con partirle la cara». Si le ponía límites «él sufría explosiones».

Llegó a terapia «con ideas pasivas de suicidio», reconoció la profesional. También significó que a veces tenía que interrumpir la terapia «porque ella tenía miedo de que él se enterase de que estaba trabajando conmigo».

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