Fabero abre las puertas de San Blas para que nadie cene solo en Nochebuena
"Es una iniciativa de un valor humanitario incalculable y otros deberían tomar ejemplo", asegura uno de los vecinos que acudirá a la cita
El Ayuntamiento de Fabero y la residencia de ancianos San Blas de la localidad han decidido ir de la mano en un proyecto solidario al que han dado el nombre de ‘Nadie cena solo en Navidad’. Cualquier vecino que no tenga con quien pasar la noche de mañana y/o comer el lunes, podrá compartir estas fechas con los residentes de este centro de mayores.
Es una manera de atajar la soledad y ya hay quien ha decidido hacer uso de ella, agradeciendo al Ayuntamiento una iniciativa paralela a la impulsada por la Diputación de León pero de más proximidad, ya que está centrada en sus vecinos, que no tendrán que moverse de Fabero para poder pasar Nochebuena y Navidad en compañía.
Víctor Hernández ya se ha apuntado. Tiene 75 años y lleva poco más de tres semanas residiendo en Fabero. Se vino desde Navarra buscando un cambio de aires y eligió esta cuenca minera porque de aquí era su primer gran amor. Se llamaba María y ya falleció, pero vivir en Fabero siempre estuvo en su pensamiento. «Mi corazón, mi mente y mi vida quedaron atrapados aquí», asegura un nombre que ha encontrado en este pueblo del Bierzo su nuevo hogar y en los faberenses una grata compañía.
Me llamó la alcaldesa para ofrecerme esta opción y le dije que sí inmediatamente. Me explotó el corazón. La soledad es muy mala compañera, sobre todo cuando se tiene la mente débil
«Yo soy una persona muy sensible y esta me parece una iniciativa extraordinaria de un valor humanitario incalculable. Es una acción muy valiosa y, además, tiene un gran sentido que haya nacido del propio Ayuntamiento», consideró Víctor Hernández.
«Esto no existe en muchos sitios. Al menos, no en Navarra», afirma el nuevo vecino de Fabero. Esta sería la segunda Navidad que pasaría en soledad de no ser por la iniciativa del Ayuntamiento y del centro de mayores. «Me llamó la alcaldesa para ofrecerme esta opción y le dije que sí inmediatamente. Me explotó el corazón. La soledad es muy mala compañera, sobre todo cuando se tiene la mente débil, así que esta me parece una iniciativa de premio. Hay muchas personas como yo y en situaciones peores que la mía que necesitan este tipo de cosas. Esto tiene que publicitarse entre ayuntamientos y casas de pensionistas para que todos tomen ejemplo de que cuando se quiere, se puede», dijo.