Cerrar

Maestros y alumnos de la primera universidad

Se cumplen 50 años de la puesta en marcha de la primera

DL26P15F1-12-44-45-5.jpg

Ponferrada

Creado:

Actualizado:

En el año 1972, 64 jóvenes se convirtieron en los primeros estudiantes universitarios de Magisterio de Ponferrada. Pagaban unas 5.000 pesetas al trimestre para poder diplomarse en una escuela privada creada sobre la base del colegio La Inmaculada que marcó un antes y un después —en lo que a formación superior se refiere— en una ciudad que no llegaba a los 50.000 habitantes y en la que quienes terminaban COU y querían acceder a la universidad debían hacerlo obligatoriamente en Oviedo, ya que era el distrito universitario al que pertenecía Ponferrada.

La Escuela Universitaria del Profesorado de EGB de Ponferrada cambió el esquema educativo y asumió la dignificación de la figura del maestro recogida en la Ley de Villar Palasí (1970), además de dar una oportunidad de proximidad a esos 64 estudiantes que, el jueves, celebrarán los 50 años de aquella primera promoción.

La primera escuela universitaria se estableció detrás de la iglesia de San Pedro, en el edificio que hoy se conoce como Domus Pacis. Se crearon aulas, una biblioteca con un fondo importante y hasta un gimnasio. Ahí pasaron tres años —los que duraba la diplomatura— los primeros universitarios, casi todos bercianos, que se especializaron en Ciencias Sociales, Filología e Idioma Moderno (francés o inglés) o Ciencias. Aproximadamente, uno de cada diez utilizó esta formación como trampolín a una licenciatura y la mayoría acabó ejerciendo la docencia en centros de Educación Primaria y Secundaria del Bierzo. Entre ellos, Marino Castro, que asegura que la implantación de aquellos estudios de diplomatura de EGB fueron «algo cualitativo» y «un plus importante» para Ponferrada.

«Era un centro privado, sí, pero era lo que había en aquel momento. Basta recordar que León tenía solo la Escuela de Magisterio y Veterinaria. Entonces, ya sabíamos que el título de diplomatura te daba acceso, después, a una licenciatura; pero las monjas se encargaron de dejarnos claro que allí ya nos iban a preparar para ejercer de maestros», recuerda Castro, que ha querido destacar el esfuerzo común por sacar adelante la escuela y también la disposición de los colegios que por aquel entonces había en Ponferrada, que les abrieron sus puertas sin condiciones para la realización de las prácticas. Ya estaban La Borreca y Campo de la Cruz, Navaliegos, dos en Flores del Sil, La Placa, Fuentesnuevas, el Jesús Maestro de Cuatrovientos y un parvulario donde ahora está la escuela de adultos. Estos, todos públicos. Los privados eran La Asunción, San Ignacio, las Concepcionistas, el San José Obrero de Cuatrovientos y el Espíritu Santo (Las Alemanas). Todos tenían una media de 40 alumnos por clase, separados todavía por sexo.

«Fuimos un grupo de compañeros muy implicados. La gente se lo tomó en serio porque nos gustaba lo que hacíamos. No hay que olvidar que para muchas familias, sobre todo quienes no eran de Ponferrada, suponía un esfuerzo económico importante», apunta Castro. Para los de Ponferrada sí supuso una gran ventaja, porque podían seguir en casa y recortar notablemente el gasto que hubiera supuesto trasladarse a León u Oviedo.

La Inmaculada ya impartía clases de magisterio desde 1957, pero no con rango de titulación universitaria y solo femenino. Se accedía desde Bachillerato. Fue a partir del curso 1972/1973 cuando se empezó a exigir COU para poder acceder, como así se hacía ya con otras titulaciones. La Escuela de Magisterio funcionó hasta 1993, durante 20 años en los que no siempre estuvo en el mismo lugar, ya que en 1984 se trasladó a Camponaraya. «Después de nosotros hubo otras 20 promociones con un alto nivel de matriculación, pero los cambios en la legislación y la creación de cinco especialidades hicieron imposible su continuidad», relata Marino Castro.

«Hubo una apuesta importante por parte de varios organismos, incluida la Caja de Ahorros de León, que fue quien financió la biblioteca», destaca el mismo alumno de aquella primera promoción que, después, dedicó más de 30 años a la docencia en el Bierzo. Él mismo es uno de los que ha propiciado el reencuentro de antiguos alumnos —y también varios profesores— del jueves.

Los actos comenzarán con una recepción en el salón de actos del colegio La Inmaculada de la capital berciana. Después, se celebrará un oficio religioso en recuerdo de los compañeros y maestros ya fallecidos y una comida en el hotel será la conclusión natural. «Hemos conseguido localizar y contactar con la inmensa mayoría y, al final, está prevista la participación de entre 45 y 47 antiguos alumnos y tres profesores. Algunos ya no están y otros tienen problemas de salud, pero la mayoría de los que pueden han confirmado su asistencia», celebró Marino Castro.

Cargando contenidos...