Ponferrada estrena el himno de la paz de Pedro Halffter

Cinco notas ascendentes, como los cinco continentes, y una melodía universal de dos minutos de duración que puede interpretar un cuarteto de cuerda o una orquesta sinfónica. El nuevo himno de la Unión Interparlamentario (UIP) —el organismo internacional más antiguo del planeta, que agrupa a los representantes de los parlamentos de todo el mundo desde 1889— lo ha compuesto el músico berciano Pedro Halffter después de ganar en marzo el concurso internacional convocado por la organización, y se oyó por segunda vez en directo y por primera vez en una sala de conciertos en la noche del pasado jueves en Ponferrada. Se oyó en el Teatro Bergidum, interpretado por la Orquesta Sinfónica que lleva el nombre de Cristóbal Halffter y dirigida por su hijo y autor de la pieza durante el Concierto de Año Nuevo. Y se escuchó fuera del programa, en los bises, sin que se hubiera anunciado, para cerrar el concierto por todo lo alto y sorprender al público. Solo antes se había escuchado la composición de Pedro Halffter en directo durante la última asamblea de la UIP en Angola el pasado mes de octubre.

Tanto gustó el himno de paz al que algunos en la UIP ya llaman oficiosamente el ‘Himno de la Humanidad’ que Pedro Halffter, emocionado, dirigió a la orquesta ponferradina en una segunda interpretación entre las paredes del Bergidum y pidió al público presente en el teatro que sacara sus teléfonos móviles y grabara la pieza de apenas dos minutos para difundirla como un mensaje de buena voluntad en un mundo en guerra, en un mundo que arranca un nuevo año con las armas funcionando en Ucrania, en Gaza, en el mar Rojo, con un atentado espeluznante en Irán. «Le pedí al público que lo grabara y lo difundiese para transmitir un mensaje de paz», explicaba este viernes el autor del himno.

Fue en la cumbre semestral que la UIP celebró en Bahrein el pasado mes de marzo cuando se resolvió el concurso internacional convocado para escoger un himno que representara a una organización que desde hace casi un siglo y medio, mucho antes de que se creara la Organización de las Naciones Unidas, agrupa a los parlamentos de 180 países (Liberia y Las Bahamas han sido los últimos en ingresar) en un intento de promover la coexistencia pacífica de los países y consolidar la democracia y el diálogo. Y el ganador de todo el proceso, lleno de condicionantes para que la pieza no se identificara con ningún país en concreto y no tuviera ningún tipo de ritmo marcial o militar, fue un berciano. Pedro Halffter, hijo del compositor Cristóbal Halffter y la pianista Marita Caro, superó todo el proceso de selección y en la final del concurso recibió 12 de los 15 votos. Cuando la grabación de su himno se oyó por fin en la megafonía de la asamblea general en la cumbre de Bahrein, el aplauso generalizado de los integrantes de la UIP sancionó por aclamación la votación del jurado. El himno, finalmente se estrenó en directo para abrir la siguiente reunión de la UIP que tuvo lugar en Luanda, la capital del Angola, el pasado mes de octubre. Fue la joven Orquesta Sinfónica de Kaposoka, formada por adolescentes de familias vulnerables la que la interpretó entonces ante el presidente angoleño, Joâo Lourenzo

Y ahora se ha oído en el Bierzo, interpretado por una orquesta dirigida por su propio compositor. Porque el himno se ha escuchado en directo en Ponferrada antes que en Nueva York, donde Halffter espera pronto que se interprete en concierto en la sede de las Naciones Unidas, organización hermana de la UIP. Ese video de la interpretación en el Bérgidum ya ha llegado a la UIP, que preside la mexicana Gabriela Cuevas Barrón, y miembros de la organización dedicaron las primeras horas del viernes a felicitar una vez más al músico berciano.

Halffter, que renunció a los derechos del himno —«lo puede interpretar todo el mundo. Yo no obtengo ningún beneficio económico»— sabe que la pieza que ha compuesto sonará a partir de ahora en todas las cumbres de la UIP. Y como el famoso Himno de la Alegría , el de Halffter es «un himno de celebración», sin ecos marciales, sin que prevalezcan los símbolos de ninguna nación, con un letra que pueden cantar cuatro personas, y una partitura para un cuarteto de cuerda o para una gran orquesta.

«Es especialmente importante que el arte transmita un mensaje de paz y libertad para todos. Es en este espíritu que compuse el himno, en el que las cinco notas ascendentes de la apertura representan a los cinco continentes», señalaba en octubre Pedro Halffter, cuando los jóvenes músicos angoleños tocaron por primera vez una pieza que este jueves ha sonado de nuevo en los instrumentos de intérpretes bercianos. «Esta interpretación aquí, en el Bierzo, también pretende que sintamos que la música es parte de nuestra cultura y que en el Bierzo le demos a la música la importancia que merece», añadía ayer Pedro Halffter, un compositor que por una vez pedía al público que no guardara sus móviles.