Aquella intoxicación de tantos niños
Se cumple medio siglo del escape de cloro en
Fue un monumental susto. Ocurrió hace justo 50 años. El jueves 10 de enero de 1974, la emanación de una bombona de cloro, en una de las aulas del colegio de Navaliegos, desencadenaron una intoxicación entre profesores y alumnos. Hasta 30 pequeños y 18 personas más tuvieron que ser atendidos en la Residencia de la Seguridad Social, que entonces estaba en lo que hoy es el edificio principal del campus. Según la crónica firmada en Diario de León por Ignacio Linares, las intoxicaciones produjeron fuertes quemaduras en la traquea, bronquios y pulmones.
El Ayuntamiento de Ponferrada abrió una investigación para aclarar la razón por la que estaban allí esas bombonas. Los padres, según la misma crónica de Linares, mostraron su indignación y no acababan de comprender «cómo pudo producirse semejante negligencia».
Ese informe oficial se públicó íntegro en la edición del Diario de León del 18 de enero, siete días después del escape. «En la Oficina de la Sección de Agua se ignoraba la existencia de un envase de cloro en dicho local; pues nunca se almacena dicho elemento porque directamente se lleva desde la Agencia de Transportes a la estación depuradora», aclaraba el informe.
Pero después se sumía en la confusión al decir que, según diversas manifestaciones de los empleados, se deducía que «en el año 1959 hubo una gran tormenta en las inmediaciones de la río parte del Cementerio de captación, arrastrando al Peñalba, por cuyo motivo se instaló en el arquetón del Canto (en San Lorenzo) un equipo rudimentario de cloración. No existía entonces —continuaba diciendo— estación depuradora». Todo para decir que «la botella de cloro existente en el local se presume procede de aquella cloración efectuada en la arqueta de El Canto». Vamos, que llevaba allí 15 años.
El informe, firmado por el arquitecto municipal, insistía en que «nunca hizo uso de esta botella porque se desconocía su existencia y contenido». Y añadía: «Santos, el conductor del camión, recuerda que sobre el año 1959 bajó de la Arqueta de Canto una botella y otros materiales existentes, depositándolo en el almacén que existía en el Instituto de Enseñanza Media. Sobre el año 1964 se trasladó el material para Navaliegos y se sospecha que también dicha botella».