El actual regidor de Arganza, Javier Ovalle, recupera la historia de su bisabuelo Avelino Fernández Peral, que también era alcalde en 1936 y tuvo que esconderse en el abono y en un horno antes de huir de los falangistas en una cuba de vino
El alcalde de Arganza, Javier Ovalle, con su madre y nieta de Avelino Fernández Peral, María del Carmen Villar y con Cecilia Yáñez, otra nieta de que fue regidor en 1936, junto al cobertizo donde estuvo el horno que sirvió de escondite al hombre que presidía el Ayuntamiento cuando estalló la Guerra Civil. María del Carmen sostiene un retrato de Avelino y su esposa Cecilia Fernández. L. DE LA MATA
El alcalde de Arganza, Javier Ovalle, con su madre y nieta de Avelino Fernández Peral, María del Carmen Villar y con Cecilia Yáñez, otra nieta de que fue regidor en 1936, junto al cobertizo donde estuvo el horno que sirvió de escondite al hombre que presidía el Ayuntamiento cuando estalló la Guerra Civil.. L. DE LA MATA
Mari Carmen, Javier Ovalle y Cecilia Yáñez, junto al cobertizo del horno. La vivienda de Avelino Fernández tuvo que se derribada por ruina. L. DE LA MATA
El matrimonio formado por Cecilia Fernández y Avelino Fernández Peral. Avelino, rubio y de ojos azules, enviudó después de tener cinco hijos con Cecilia. L. DE LA MATA
Sentado a la derecha, Avelino Fernández. Arriba sus hijas Flora y Elena. A su lado su yerno Antonio y en primera fila, sus nieta Mari Carmen y sus nietos Tomás y Toño. CORTESÍA DE JAVIER OVALLE
Avelino Fernández, con sus nietos. Toño, Yolanda, Cecilia, Isabel, Mari Carmen y Tomás. CORTESÍA DE JAVIER OVALLE
Cecilia Yáñez, Javier Ovalle y María del Carmen, que sostiene un retrato de Avelino y su esposa Cecilia Fernández, en el lugar donde estuvo el montón de abono donde se escondió el que fue alcalde de Arganza en 1936. L. DE LA MATA