El desvío de nunca acabar de la A-6
Problemas burocráticos y un permiso caducado bloquean en la subida a Piedrafita por la antigua Nacional VI a seis camiones con palas de LM procedentes de Castellón para Estados Unidos La carga lleva parada desde el pasado martes
El paso de la A-6, en el límite entre el Bierzo y Galicia, sigue dando problemas. Desde el martes, seis grandes camiones con otras tantas palas eólicas procedentes de la fábrica de LM en Castellón, con 67,2 metros de longitud cada una, permanecen aparcados en el arcén sin poder transitar por el desvío de la antigua N-VI, en la subida desde Vega de Valcarce a Piedrafita.
Las palas tienen como destino el puerto de Ferrol, para su embarque para Estados Unidos. En el puerto gallego espera un barco desde hace cuatro días.
Todo, según la empresa de transportes, por falta de permisos actualizados después de que el pasado 30 de diciembre se abriera un carril por uno de los viaductos en sentido Madrid. El permiso era para utilizar el rotador de acceso a la autovía.
En declaraciones a Europa Press, el responsable de logística de la empresa Pérez Torres Marítima, Manuel Castro, reconoció este viernes que tenían un permiso vigente hasta noviembre de 2024 para el transporte especial con los que poder pasar por Pedrafita, pero estaba habilitado para la vía que estaba vigente hasta hace un mes debido al derrumbe del viaducto del Castro. Sin embargo, no está actualizado una vez que se ha reiniciado la circulación por el viaducto.
La Administración Central, añadió, ha hecho un permiso extraordinario «con vigencia de dos-tres días» para desbloquear esta situación, autorización que se recibió el pasado jueves. El problema es que «por Tráfico está todo okey, pero a Conservación de Carreteras parece que no les vale». «Por un tema burocrático de la administración seguimos bloqueados y sin solución por ahora», lamentó. Ayer, a última hora, estaba previsto que continuaran viaje.
Estos camiones iniciaron su recorrido en Castellón el pasado lunes y llegaron a Piedrafita el martes por la tarde. Un total de 18 trabajadores se encuentran en Piedrafita a la espera de poder seguir con su viaje, entre conductores, coches piloto y personal de apoyo.
Castro espera que haya una solución «en próximas horas», puesto que, «si no, habría un problema enorme». «Es una prueba que está haciendo un cliente americano», explicó.
Pese a que se ha abierto un paso para estos grandes transportes, la situación en Piedrafita sigue siendo problemática a tenor de lo ocurrido. Por otro lado, se mantiene el paso por el desvío de la antigua N-VI en la subida hacia Galicia y el paso habilitado por el viaducto del Castro, para los vehículos en dirección a Madrid, se tiene que hacer a una velocidad de seguridad de 50 km/h y solo por un carril. El otro, que se espera abrir en los próximos meses, se utiliza ahora para apoyo de material a las obras. A todo ello se suma la problemática del invierno en la zona.
El viaducto que se derrumbó sigue en obras con la previsión de que entre en funcionamiento a finales de este año, según el ministro Óscar Puente.