El Bierzo recuperará 137 hectáreas de monte para mejorar el hábitat del oso pardo
Cesefor y la Junta están detrás de un proyecto de reforestación que comenzará en junio
La Fundación Cesefor y la Junta de Castilla y León van de la mano en un proyecto europeo de recuperación de ecosistemas forestales (Superb) que están aplicando en El Bierzo. Se inició en diciembre de 2021 y finalizará a finales de 2025. Para entonces, ya se habrán restaurado 137 hectáreas de monte en seis municipios de la comarca mediante la plantación de castaños y otras especies frondosas, así como con tratamientos selvícolas y actuaciones para reducir la densidad del arbolado ante la amenaza de los incendios. Este plan de restauración fue presentado ayer en Carracedelo y su objetivo no es únicamente recuperar espacios degradados por el fuego y de matorral y monte bajo, sino sobre todo ampliar los corredores para la dispersión del oso pardo desde las zonas de cría y mejorar su hábitat.
Villafranca del Bierzo, Corullón, Vega de Valcarce, Folgoso de la Ribera, Igüeña y Noceda so los municipios que han sido seleccionados para formar parte de este proyecto, que también tiene una vertiente socioeconómica asentada en la repoblación con castaños para favorecer el desarrollo de la castañicultura como motor de las economías locales.
Pendiente de la licitación del proyecto por parte de la Junta de Castilla y León, con un presupuesto que roza los 375.000 euros, la idea transmitida por la Fundación Cesefor es que la actuaciones comenzarán ya el próximo mes de junio. Y el objetivo a largo plazo no es quedarse en esas 137 hectáreas iniciales, sino alcanzar las 5.000 en sucesivas fases.
Los castaños se plantarán en terrenos de los municipios de Vega de Valcarce (1,6 hectáreas), Villafranca (1,72 hectáreas), Corullón (1,69 hectáreas) y Noceda (0,55 hectáreas). En total unos 750 ejemplares, a razón de unos 156 pies por hectárea, según explicó ayer el técnico de Cesefor Darío Arias. Se emplearán tanto injertos como castaño bravo, se protegerá cada planta de forma individual y se garantizará el riego en los período de mayor sequía.
A la intervención para ampliar el espacio de sotos, se sumarán los denominados planes de enriquecimiento dirigidos a garantizar el alimento de los osos. Se plantarán especies frondosas (abedules, castaños, arraclanes, cerezos, madroños, manzanos, mostajos y serbales) en 27 hectáreas de Villafranca del Bierzo, Noceda, Igüeña y Folgoso.
El proyecto de restauración forestal que se está probando en El Bierzo —como parte de una red de doce áreas de demostración repartidas por Europa— incluye también plantaciones de cobertura con las que aumentar la superficie de algunas zonas arboladas para crear esos corredores con cobijo para el oso pardo. En este caso, se hará únicamente en Corullón, donde se plantarán 2,41 hectáreas de varias especies. También Corullón, junto a Villafranca, Noceda, Igüeña y Folgoso, están en el mapa de actuaciones para crear zonas de baja combustibilidad. Son «zonas con menor carga y continuidad de combustible» en las que se interviene para «mejorar la resiliencia de las masas forestales frente a perturbaciones», como pueden ser los incendios recurrentes que sufre El Bierzo. Para ello, se harán clareos, desbroces y podas. Con ese fin se aplicarán también tratamientos selvícolas.
Con esta actuación, que se pretende extender a territorios limítrofes, lo que se conseguirá es restaurar áreas degradadas por el fuego, incrementar los sumideros de carbono e implementar las plantaciones de castaño en una comarca en la que los incendios «han convertido matorrales, pastizales y bosques abiertos en lugares inapropiados para la dispersión del oso pardo», inciden desde Cesefor.
Así, los nuevos bosques que se creen (aunque afecta a varios zonas el proyecto de restauración se licitará como uno solo) serán mixtos, con especies adecuadas para la alimentación de los plantígrados. También se recuperarán bosques de roble de baja calidad. Todo ello fue explicado, ayer en Carracedelo, en el marco de una jornada de trabajo en la que participaron agentes implicados en la conservación del medio ambiente, personal de la administración, empresas forestales y representantes de ayuntamientos y juntas vecinales, entre otros.