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Hallazgo histórico

El día en que Ponferrada cayó en las manos del comandante Manso

Un donante anónimo cede a la ARMH dos fotografías inéditas de la llegada de las tropas franquistas a la ciudad el 21 de julio de 1936 y unos días después

Soldados con sus cascos a en la acera del antiguo instituto Gil y Carrasco y vehículos de la columna de Manso en arranque de la calle Ancha, el 21 de julio de 1936armh

Publicado por
Carlos Fidalgo
Ponferrada

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Se ha apagado el eco de los combates entre mineros y guardias civiles en el antiguo cuartel de Ponferrada. Muchos republicanos se dan a la fuga en busca de territorios fieles al Gobierno donde ponerse a salvo. Otros están detenidos. O muertos, asesinados. O escondidos en el monte, en un desván, en un sótano, en un montón de estiércol.

Filas de soldados con sus cascos metálicos aguardan en la acera del antiguo instituto Gil y Carrasco. Camiones, autobuses incautados y vehículos militares están aparcados a lo largo de la plaza del Ayuntamiento y el arranque de la calle Ancha. Oficiales con pantalón de montar y botas ecuestres se mezclan entre algunos civiles, casi todos hombres, que observan con curiosidad a las tropas. Parece el escenario de una película —La vaquilla, de Berlanga, Libertarias de Vicente Aranda— pero es Ponferrada el 21 de julio de 1936; el día en las tropas franquistas al mando del comandante Manso —que tiene nombre de oxímoron— entraron en la ciudad procedentes de Galicia.

La capital berciana ha caído en manos de «los golpistas», resalta la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) -que ya en 2003 entrevistó al concejal republicano de Ponferrada, Antonio Varela Nieto, para recoger su testimonio sobre los primeros días del golpe-  en la nota donde ha dado a conocer un hallazgo histórico; un donante que quiere permanecer en el anonimato les ha cedido dos fotografías inéditas de la llegada de los sublevados a la plaza del Ayuntamiento ese fatídico 21 de julio y de unos días después, cuando la plaza se convirtió en el escenario de una formación militar. 

En esa segunda fotografía ya no se ven soldados. Se ven niños, jóvenes vestidos con el uniforme de la Falange, el bar del Turco está abierto junto a la Casa Consistorial y una muchedumbre curiosa, expectante, tranquila, presencia uno de los primeros actos propagandísticos del nuevo régimen que ha desplazado a la República.

Niños vestidos de falangistas ante la Casa Consistorial, con el bar del Turco a la izquierda de la foto, en una fecha por determinar en los primeros días del triunfo de la sublevaciónl. de la mata

Se trata de dos imágenes tomadas por «un autor desconocido», cuenta la ARMH y que ofrecen «una mirada cruda y emotiva a un momento histórico marcado por la represión y la tragedia». Ayudadas por falangistas locales, las tropas del comandante Manso se han hecho con el control de la ciudad, «han asesinado a numerosas personas, han detenido a parte de la corporación municipal» —el alcalde, Juan García Arias acabaría fusilado— «y han detenido a numerosas personas a su paso por los pueblos del Bierzo desde que entraron en Galicia, lo que demuestra que el golpe llevaba tiempo planificado y ya existían listas de personas a las que había que eliminar», cuenta la ARMH. Comienzan cuarenta años de oscuridad.