Los peregrinos elevan la queja por el estado del Camino de Invierno

El Camino de Invierno depara estos días otra vez nuevas sorpresas. Las máquinas de gran tonelaje que trabajan en la tala de pinos y árboles en la zona de Borrenes, Carucedo y también ahora cerca de Puente de Domingo Flórez, en la zona de Quereño han destrozado el firme de la ruta de peregrinos de invierno, que era la alternativa de los caminantes a Santiago por el valle del Sil, partiendo de Ponferrada y tratando de evitar las montañas del Cebreiro.

Después de que este periódico publicase hace unos días la denuncia hecha pública por el alcalde de Carucedo, el socialista Alfonso Fernández Pacios, en la que apuntaba a una zona del tramo de invierno a la salida de Borrenes y entrando en el término municipal de Carucedo, la situación se repite en otros lugares. Han existido problemas que han denunciado los peregrinos que usan el Camino de Invierno y que se ven atrapados literalmente en un fangal o barrizal, donde la única alternativa es volver atrás y dar un rodeo por el monte.

Los últimos que también han mostrado sus quejas públicas son los usuarios de bicicletas, que se topan con el camino impracticable para el paso de un vehículos de dos ruedas. Las roderas de las máquinas de sacar la madera son tan anchas y profundas que circular por estos puntos afectados se convierte prácticamente en misión imposible si no se quiere salir del lugar lleno de barro por encima de las rodillas.

Los alcaldes de la zona son conocedores de la situación porque les llegan quejas de peregrinos, pero hasta ahora los causantes de los destrozos de los caminos no han llegado a actuar para reponer los destrozos y dejar el Camino de Invierno como estaba.