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Economía de la universidad

Podología de la ULE se reafirma con pleno de alumnos y 2.600 pacientes

La actividad de la clínica universitaria del Campus de Ponferrada ha superado las expectativas y es completamente autosuficiente

Una treintena de podólogos de toda España participaron en el curso celebrado ayer. DL

Ponferrada

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«Saldrán alumnos mal formados y abocados al paro». Esta fue una de las afirmaciones realizadas por el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León tras conocerse la implantación de un grado de Podología en el Campus de Ponferrada de la Universidad de León. De aquello hace más de cuatro años y la experiencia, las cifras de pacientes y la actividad, tanto del grado en sí como de la clínica universitaria, demuestran que aquel pronóstico era errático. Ya ha salido la primera promoción, hay 39 alumnos en cuarto y se cubren las matrículas del resto de cursos. Por las instalaciones de la clínica podológica, que abrió sus puertas hace tres años, han pasado casi 2.600 pacientes y mejora su posicionamiento como referente en el ámbito de la actuación clínica. Tanto que 30 podólogos de toda España participaron, ayer, en un curso de cirugía mínimamente invasiva.

«En un momento dado, el Colegio de Podólogos de Castilla y León pensó que la formación no era la adecuada o que no era necesario, pero cuatro años más tarde vemos que sigue adelante y que hay una clínica universitaria que avala esa titulación», aseguró la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP), Elena Carrascosa, que se desplazó hasta Ponferrada para participar en el curso ‘Cirugía digito-metatarsal por MIS’.

Carrascosa apeló a la unidad y a seguir trabajando en la línea que ha venido haciendo el grado de Podología del Campus de Ponferrada. «Ahora que está implantado, lo que hay que hacer es seguir hacia adelante, apoyarlo, respaldarlo y habría que tender lazos con algún convenio de colaboración para reforzar la relación entre ambas instituciones», defendió. El camino de debe ser —añadió— el de «velar por la calidad de contenido, por que las instalaciones sean las mejores posibles y que los alumnos salgan lo mejor formados».

Actualmente, en la Clínica Universitaria de Podología, que ocupa unas instalaciones punteras en el propio Campus, trabajan cuatro podólogos contratados a tiempo completo, dos alumnas egresadas con contrato de prácticas y varios profesores que también que prestan también atención clínica.

«El funcionamiento de la clínica está superando las expectativas marcadas inicialmente, tanto en número de pacientes como a nivel económico. Eso permite que podamos continuar mejorando las instalaciones y podamos seguir en la vanguardia», afirmó el secretario de la Clínica de Podología y director del curso organizado ayer, Roi Painceira, que hizo hincapié en que la clínica, que pertenece a la Fundación General de la Universidad y la Empresa (Fgulem), es autosuficiente.

Dotada de un quirófano y una sala de cirugía menor ambulatoria «con la última tecnología y los últimos materiales», dijo Painceira, la clínica universitaria destaca en el plano quirúrgico, «porque estamos realizando cirugía mínimamente invasiva y tenemos un volumen bastante amplio de pacientes». Desde su apertura, se han realizado más de 70 cirugías osteoarticulares. Una cifra a la que hay que sumar las cirugías menores que se realizan, sobre todo, en la unidad ambulatoria.

«El Campus de Ponferrada ha apostado de una manera muy firme por la titulación de Podología y eso lo demuestra el apoyo tecnológico que tenemos en cuanto a instalaciones clínicas y laboratorios de prácticas», defendió también el impulsor de la acción formativa ofrecida desde Ponferrada para toda España. Y en esa apuesta incidió también la vicerrectora del centro universitario, Pilar Marqués: «Podología tiene un peso fundamental también para posicionar el Campus con la rama que tiene de Ciencias de la Salud. Estamos siendo pioneros en la clínica. De hecho, han venido responsables de otras universidades a ver nuestras instalaciones para ellos también empezar con sus proyectos y tenernos como referentes».

«Creo que es una universidad puntera que está haciendo muy bien las cosas», defendió también la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, que aprovechó para abrir el melón de la sanidad pública.

«Tenemos que conseguir entrar en el Sistema Público de Salud. Si abrimos también esa vía —no solamente de montar clínicas siendo autónomos, sino poder estar dentro de equipos multidisciplinares en unidades de pie diabético y demás— será otra salida más que le podremos dar a nuestros egresados y no saturar el mercado con podólogos autónomos, con clínicas unas cerca de otras», afirmó Carrascosa a propósito de ese temor inicial del Colegio de Podólogos de Castilla y León porque la titulación de nuevos profesionales acabara saturando el mercado.

«En España, somos en torno a 9.500 colegiados y tenemos un índice de paro no muy alto, pero cuando se va a instalar una universidad se corre el riesgo de pensar que vamos a saturar el mercado. Y a veces es así, pero lo que nosotros estamos intentando es que las personas de a pie, el paciente, nos conozca más y cuantas más clínicas y mejores profesionales haya, la gente nos va a conocer más y va a acudir más a nuestras consultas», concluyó la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólgos.