Sello berciano para el icono de Madrid que se construye en Valdebebas
Tvitec y otra empresa con accionistas bercianos trabajan en un intercambiador inspirado en el Pabellón de España de Bruselas de 1958
Editorial: Producto puntero desde El Bayo
Madrid crece con sello berciano. Aunque la industria de la comarca se haya visto diezmada en los últimos años, su tecnología está en vanguardia en nuevos proyectos arquitectónicos en la capital de España.
La obra más reciente ‘made in Bierzo’ se levanta en Valdebebas, una zona conocida por albergar la sede del Real Madrid. Se trata de un intercambiador para autobuses y el metro, con una inversión de más de 30 millones de euros por parte del gobierno de la Comunidad de Madrid y una superficie total de casi 7.000 metros cuadrados. La infraestructura beneficiará a los miles de vecinos que residen en el barrio, los casi 35.000 usuarios que acudirán diariamente a la futura Ciudad de la Justicia y al personal médico y de servicios que trabaja en el Hospital público Enfermera Isabel Zendal, próximos ambos a las instalaciones.
El edificio está ubicado en una parcela de 25.430 metros cuadrados, tendrá dos plantas, 4 ascensores y 2 escaleras mecánicas, así como 14 locales comerciales. Además, una gran plaza anexa con espacio recreativo de 17.000 metros cuadrados estará flanqueado por zonas verdes. A todo ello se sumará un aparcamiento disuasorio de alrededor de 900 metros cuadrados, con estaciones de recarga para vehículos eléctricos, dos dársenas de autobuses y un carril para taxi.
Las nuevas instalaciones tendrán una cubierta de estructura singular, en forma de 17 paraguas invertidos de alturas variables y de acero (10 exteriores y 7 interiores), con una altura equivalente a un edificio de 5 plantas. El aislamiento del revestimiento ayudará a reducir la demanda de calefacción y refrigeración.
El vidrio de tan singular actuación tiene sello berciano de Tvitec. Parte aún se está fabricando, según confirman desde la empresa de El Bayo. En total son unos 4.000 metros.
Son vidrios bastante especiales, de altas prestaciones. Buena parte, de medidas de gran dimensión. Piezas que están entre los 4 y los 5 metros de longitud, que en España prácticamente sólo Tvitec puede transformar.
Son vidrios aislantes, mayoritariamente dobles acristalamientos con recubrimientos de control solar. Además para garantizar la seguridad de las personas y frente a impactos llevan procesos de laminado y templado. La empresa instaladora es Celimac, cliente de Tvitec, que además ha implantado un sistema de unión entre los vidrios con unas gomas especiales que generan la estanqueidad necesaria.
Los vidrios, con diferentes formas, van sujetos con anclajes de acero a las superestructuras del intercambiador. El edificio rememora otro hito arquitectónico como fue el pabellón de España en la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Diseñado por los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, ganó entonces el primer premio tras imponerse al icónico Atomium belga en la votación final. El denominado Pabellón de los Hexágonos, el original, reposa junto a la Casa de Campo después de años de abandono.
El vidrio no es único sello berciano. Los esqueletos— esos grandes paraguas— han sido esculpidos y transportados desde la empresa de Fuenlabrada Inversa, la misma que dibujó las nuevas estructuras del estadio Santiago Bernabéu, muy ligada a la berciana Emobi. Esta instalación se une a los cinco intercambiadores que ya funcionan en la capital (Plaza Castilla, Príncipe Pío, Moncloa, Avenida de América y Plaza Elíptica), que llegarán a nueve cuando entren en funcionamiento los de Conde de Casal, Legazpi y Chamartín.
El intercambiador de Valdebebas comenzará a funcionar este año, según apuntan desde la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, que destaca sobre todo la reducción de tiempos en los desplazamientos de los viajeros y el servicio a una zona en expansión ubicada en el noreste de la capital. El intercambiador conectará la línea C-1 del Núcleo de Cercanías de Madrid, la futura ampliación de la Línea 11 de metro, varias líneas de autobuses. En el proyecto se incluye una instalación de energía solar fotovoltaica de autoconsumo —en total, 135 placas— que cubrirá el 20 por ciento de la demanda energética del recinto, con un ahorro anual de emisuones de 32 toneladas de dióxido de carbono.
Cuando finalicen los trabajos de construcción del intercambiador se habrán excavado más de 20.500 metros cúbicos de tierra, se habrán utilizado casi 35.000 en la fase de relleno y 1.700 toneladas de acero para completar la obra.
El vidrio de grandes dimensiones es una de las tendencias más en boga de la arquitectura a escala global. De este modo se obtienen envolventes de máxima transparencia, impactantes desde el punto de vista estético y creativo en la edificación. y que favorecen la entrada de luz y la eficiencia y el ahorro energético. Además, las grandes pieles de vidrio ofrecen una alta transparencia sin interrupciones para la luz natural.
No es la única obra emblemática en Madrid donde han participado empresas con sello de la comarca.
La nueva cubierta del estadio Santiago Bernabeu también tuvo sello berciano con la empresa que construyó su infraestructura de acero.