Obituario
Fallece Manuel Enríquez 'Peral', histórico corresponsal en la cuenca minera de Fabero
El cronista de Diario de León y Radio Bierzo muere a los 71 años en el Hospital de León por complicaciones postoperatorias
"Obsesionado por conocer la historia de Fabero, pueblo en el que nació", escribía Manuel Enríquez, histórico corresponsal de Diario de León y Radio Bierzo en la cuenca minera para presentarse a sí mismo en las redes sociales. Manuel Enríquez, jubilado de la mina y conocido por su apodo de 'Peral' entre sus vecinos, ha fallecido este miércoles a los 71 años en el Hospital de León debido a complicaciones postoperatorias, según confirman fuentes familiares. El funeral tendrá lugar este jueves 14 a las 18.00 horas en la iglesia de San Nicolás de Fabero. La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio La Encina de Fabero.
Y tan obsesionado estaba Enríquez con contar la historia de su pueblo en el último siglo, que no deja de ser un capítulo mayor de la historia del carbón en el Bierzo, que en los últimos años, retirado de la primera línea de la información, dedicó su tiempo recopilar datos para escribir el que debía ser el libro de su vida.
Corresponsal de este periódico en Fabero desde 1986 hasta bien entrado el nuevo siglo, en los años en los que la minería del carbón pasaba de demostrar músculo a flaquear antes de su desaparición, Manuel Enríquez era el hombre al que se recurría cada vez que los mineros se echaban a la calle para protestar. De aquellos años procede una de las anécdotas que solían compartir sobre su profesión de corresponsal en la cuenca minera. "Siempre que había problemas, me mandaban a mí", le contaba al periodista César Fernández en un reportaje sobre los corresponsales mineros en ileon. Era el año 1994 cuando Enríquez, que siempre tenía la precaución de colocarse detrás de los antidisturbios, tuvo que levantar las manos y mostrar su credencial de corresponsal en una, y su grabadora en la otra, durante una protesta con los mineros cortando la N-VI en el Montearenas. "Fue la única vez que me pilló despistado", afirmó.
El compromiso con su tierra le llevó a ser también uno de los militantes más veteranos del PSOE, homenajeado ya en 2018, cuando cumplió cuarenta años en el partido, y de nuevo el hombre al que se recurrió para pilotar una gestora en la última crisis de los socialistas en el municipio. La misma militancia socialista que le llevó a ser concejal, también explica su pertenencia al sindicato UGT. En el Club Deportivo Fabero, que ya ha expresado su pesar en redes sociales, 'Peral', como le conocían, ha tenido el carné de socio número 13. Manuel Enríquez también fue presidente de la Cruz Roja local, en otra faceta que revela su preocupación por su pueblo natal.
El PSOE de Fabero, en la persona de su portavoz y ex alcalde, Demetrio Alfonso Canedo, lamentó también este miércoles el fallecimiento de Manuel Enríquez, "un hombre comprometido y de fuertes convicciones socialistas que siempre se ha mantenido al lado del partido". Los socialistas recuerdan que Enríquez ha sido "un histórico militante, honesto y firme en sus principios, y un gran defensor de su tierra".
Del libro que estaba escribiendo dejó algunos retazos en sus redes sociales. "Lo recuerdo como si fuese ayer mismo", escribía el pasado 23 de febrero en su última entrada en Facebook, cuando recordaba cómo vivió el intento de Golpe de Estado de 1981. "No sabes la que te espera", le dijeron aquel día cuando entró en un bar, con el golpe aún sin desactivar. Ese día, su mujer, que trabajaba en la centralita telefónica escuchó una conversación en la que los falangistas contaban que su nombre estaba en los primeros lugares de una lista negra de cincuenta personas. Y llevó a su hija de dos años a la casa de sus padres en Vega de Espinareda, por si acaso.
"Lo recuerdo como si fuese ayer mismo", decía Enríquez. Y sí, parece que fue ayer mismo cuando los que trabajamos en este periódico recurríamos a él cada vez que pisábamos Fabero. Porque aunque ya se hubiera retirado de la profesión, Manuel Enríquez 'Peral', corresponsal minero, siempre estaba dispuesto a echar un cable.