Corullón revive el calvario de Jesucristo hasta la cruz

En el prado de Perejón del barrio de Casanova de Corullón se celebrará, mañana, la Última Cena, salvo que el mal tiempo lo impida. Pero ese encuentro de Jesucristo con los apóstoles sentados en torno a una mesa no será más que el punto de partida de la recreación de la ‘Pasión de Jesús’ que este pueblo acoge cada año, salvo cuando irrumpió la pandemia. Se cumplen 31 desde aquella primera vez que un grupo de vecinos tomó la decisión de escenificar el camino al Calvario de Cristo, desde esa comida final hasta la crucifixión, ya a las puertas de la iglesia románica de San Miguel. Ha pasado mucho tiempo, pero la tradición se mantiene inalterable y cada vez goza de mayor seguimiento. Un mes llevan ensayando los vecinos, aunque la gran mayoría repite de edición en edición y los diálogos ya salen solos.

Hasta cuarenta personas, todas de Corullón, participan en la ‘Pasión de Jesús’. Y Jesús es siempre el mismo desde hace ya unos cuantos años. Borja Ares se llama el joven que encarna a Cristo. Le viene de cuna, se podría decir, porque fue su padre el primero en representar el papel principal de una propuesta teatral que exuda realismo y desborda emoción, especialmente cuando Jesucristo es alzado en la inmensa cruz sobre el alto del templo de San Miguel, con un público de estupor contenido que mira desde unos metros por debajo. Y no está solo, junto a él figuran también los ladrones Dimas y Gestas, igualmente atados a sus cruces. Todo en la oscuridad de la noche, casi dos horas después de comenzar la representación y con la intensidad que confiere una iluminación bien pensada.

La ‘Pasión de Jesús’ de este año comenzará a las 19.30 horas, porque este Jueves Santo se ha adelantado en el calendario al cambio de hora. Solo la lluvia podría impedir la puesta en escena y todos miran de reojo a un cielo que ayer rompió a llover con fuerza, confiando en que al menos dé una tregua si su intención es persistir. La Asociación Cultural San Esteban está detrás de esta propuesta, siempre con la colaboración del Ayuntamiento, sabedor que esta recreación se ha convertido en un atractivo turístico más que lejos de perder fuelle, tiene cada vez mayor presencia en el conjunto de actividades de la Semana Santa en El Bierzo.

La Última Cena es siempre la primera escena y, desde ahí, se inicia un camino que lleva al Monte de los Olivos, donde prenden a Cristo, y continúa con Jesús ante los sumos sacerdotes y más, tarde, ante Pilato. Los latigazos, la corona de espinas y la cruz que ha de llevar a cuestas marcan los siguientes pasos del Calvario y se representan también las tres caídas de Cristo. Así, hasta la crucifixión y mucho que se ha pasado por alto, como el momento en el que Judas se ahorca, que es uno de los más impactantes.

Corullón ya está preparado para una de sus noches más esperadas. El pueblo entero se vuelca en hacerlo realidad.