El letrero art decó que anuncia la ruina de lo que queda del tren minero

Un letrero art decó avisaba a los viajeros de que habían llegado a la estación de Matarrosa del Sil (Toreno) cuando el carbón era el futuro. Construida en los años 30 del siglo pasado para ofrecer un servicio óptimo ante las crecientes necesidades de pasajeros y mercancías en la línea ferroviaria que unía El Bierzo y Laciana, formaba parte de un conjunto que incluía oficinas, una cuba de agua, la casa de la brigada de obras y el cargadero de carbón del cable aéreo de Minas Moro. Todo distribuido a lo largo de cien metros en paralelo a la carretera Ponferrada-Villablino y todo en serio peligro de desaparición, como la gran mayoría de los bienes adscritos a lo que está llamado a ser el Ponfeblino. Ahora, Hispania Nostra reconoce oficialmente ese riesgo inminente con la inclusión de este conjunto industrial en la Lista Roja.

El edificio de viajeros de Matarrosa del Sil y la infraestructura adyacente se convierten, así, en el duodécimo exponente del patrimonio industrial berciano-lacianiego incluido en esta Lista. De esos doce, nueve están directamente vinculados al carbón y la gran mayoría, ligados al proyecto del Ponfeblino. Son la central térmica de la MSP de Villablino, el conjunto de la estación del ferrocarril de Cuevas del Sil (Palacios del Sil), la estación de Palacios del Sil, el lavadero de La Recuelga y el lavadero y cargue de Victoriano González (Santa Cruz del Sil), la central térmica Compostilla II (Cubillos del Sil) en proceso de extinción, las locomotoras de vapor de la MSP abandonadas en las inmediaciones de la estación de Ponferrada, el complejo ferroviario de La Placa (Ponferrada), las ferrerías de A Portela de Valcarce (Vega de Valcarce) y Serviz (Barjas) y el poblado minero de la Peña del Seo (Cadafresnas).

El patrimonio industrial minero se desangra y el estado de la vieja estación de Matarrosa es un ejemplo más de esta tendencia. Lo que un día ilustró el crecimiento de la instalación ferroviaria al mismo ritmo que se desarrollaba económica y socialmente la zona, ahora es el paradigma del camino inverso, el de la retracción y la falta de actividad.

"Los inmuebles del edificio de viajeros y oficina y la casilla de la brigada de vía y obras se encuentran en un avanzado estado de deterioro tras décadas de abandono y pillaje. La progresiva pérdida de la cubierta derivada de la falta de mantenimiento y abandono revierte en el deterioro acelerado del resto de la estructura", recoge Hispania Nostra en la ficha técnica de este conjunto, en la que también recuerda que el Club Xeitu propuso, ya en 2012, su declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) como parte de la línea ferroviaria minera, desafectada en 2018 y cuyo bienes revirtieron en la Junta de Castilla y león. Pero como la mayoría del patrimonio industrial autonómico, no hay ninguna figura jurídica que garantice su protección. 

"Un aspecto determinante de la estación de Matarrosa del Sil es que es la primera estación que construye la MSP como operador ferroviario. Las estaciones primitivas habían sido construidas hacia 1919 bajo el paraguas de la sociedad promotora del ferrocarril del P.V. (Ponfeblino). Con el crecimiento demográfico y económico, MSP se vio obligada a instalar una oficina, unos almacenes y una estación de viajeros. Podía haber cogido los proyectos previos, pero no respondían a las particularidades topográficas de Matarrosa y, por eso, diseñaron una estación de dos pisos similar a la que luego harían en Cubillos del Sil, que desapareció con la construcción de la térmica", explica el investigador Jorge Magaz Molina.

La de Matarrosa del Sil fue, por tanto, la 'primera estación del Ponfeblino'. Un término popular muy implantado en el territorio y ahora ligado a un proyecto turístico en ciernes que "surgió en un ámbito formal, como dirección telefónica y telegráfica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP)", repasa también Magaz Molina.