El ingrediente secreto de la mejor limonada del Bierzo es un recuerdo sabido
Vino, naranja, limón, azúcar, a veces higos, otras uvas y el sentimiento que conecta a una hija con su madre es lo que hay en el depósito en el que fermenta la limonada que ha hecho podio tres veces en cuatro años
Con el dinero del primer premio que consiguió en el Concurso de Limonadas de Semana Santa 2019 organizado por La 8 Bierzo, Raquel López (propietaria del bar La Estrella de Ra de Ponferrada) compró un depósito de acero inoxidable que ha instalado en el bajo de su establecimiento con el reto de ofrecer un producto todavía mejor.
Su empeño por seguir haciendo y sirviendo limonada no responde solo a una tradición, sino sobre todo a un sentimiento, el que le conecta directamente con su madre, ya fallecida. Ella fue el origen de la receta con la que Raquel y su marido, Toño Estébanez, han vuelto ha hacer la mejor limonada de las más de cuatro decenas que se presentaron al mismo certamen este año. El primer día después de conocerse el fallo, sirvió 140 litros.
Hasta 800 litros de vino de uva mencía que todos los años adquieren en la cooperativa Cepas del Bierzo de Puente Boeza, naranja, limón, azúcar y, en función de la temporada, higos o uvas. Esto es lo que lleva la limonada de La Estrella de Ra. El éxito depende de la capacidad para sincronizar todos esos elementos, de encontrar un equilibrio que, en caso de desacierto, siempre «se puede arreglar con un poco más de azúcar», afirma Raquel López. En todo caso, ni esto es sencillo, porque un exceso de dulzor puede echar a perder el producto final y si eso pasa, ya no hay vuelta atrás.
Controlar la acidez durante el mes que la limonada está reposando obliga a realizar un trabajo continuo que puede conllevar un trajín de frutas. Las medidas de cada ingrediente son todos los años las mismas, pero estos no presentan siempre iguales condiciones y por eso hay que atinar. Todo empieza siete días después de Carnaval y termina con la Semana Santa, porque la limonada es un producto estacional que va perdiendo con los días. «Este año, aunque hemos hecho más litros que el anterior vamos a llegar casi justos», asegura Raquel. Haber ganado el primer premio del concurso es un reclamo que ningún devoto de esta bebida pasa por alto.
La receta de la limonada de La Estrella de Ra tiene como base una tradición familiar que viene de Molinaseca. La madre de Raquel la ofreció en el bar Venuska que regentaba hace décadas, también en la capital berciana, y ella misma tomó el relevo con los años y la hizo para un bar en el que trabajó de camarera, siempre con su madre detrás. Cuando esta falleció, la tradición también paró; hasta que hace ocho años abrió su propio negocio, La Estrella de Ra, y de la mano de su marido le dio una vuelta a la fórmula hasta a la limonada actual, que le ha dado dos primeros puestos y una segunda posición en el concurso de Ponferrada.
«Nosotros hacemos la receta tradicional. Luego, hay gente que le añade manzana, granos de café y, aunque creo que no se debería hacer, también bebidas espirituosas. Lo cierto es que para gustos, colores», explica Raquel López. En materia sanitaria, lo único que tiene que tener es la trazabilidad del producto para demostrar «dónde y cuándo ha comprado los ingredientes y durante cuánto tiempo vendes la limonada», relata.
El punto álgido de la limonada se alcanza entre quince y veinte días después de concluir el mes de reposo en depósito, donde se mantiene en el tiempo y se va embotellando a demanda. «A partir de ahí, empieza a perder», pero rara vez se alcanza ese plazo, porque es una bebida que gusta a los que son vinateros y a quienes no. «Entra muy fácil porque está dulce; pero hay que decir que engaña, porque el azúcar sube el grado», asegura la propietaria de La Estrella de Ra mientras un grupo de fieles entra en el bar buscando probar una poca de esa bebida de días contados.