REFORMA DE VIVIENDAS
Ponferrada quiere apagar las últimas calderas de carbón y reducir el gasoil con el plan de La Puebla
Encarga un estudio para que las ayudas de eficiencia energética incluyan el cambio de calefacción aprovechando la ampliación de la Red de Calor
Imagen de archivo de una carbonera que todavía vendía a particulares hace unos años.
Las cocinas de carbón, las calefacciones alimentadas con antracita que todavía resisten en algunos de los edificios más antiguos de Ponferrada, podrían tener una nueva oportunidad para desaparecer definitivamente y con ellas las emisiones que dejan en el aire y el riesgo de intoxicación para sus usuarios. El área de Urbanismo del Ayuntamiento quiere apagar las últimas calefacciones de carbón, a la vez que reduce el número de instalaciones de gasoil y la emisión de combustibles fósiles, y ha encargado un estudio para encontrar la forma de que las nuevas ayudas para la mejora de la eficiencia energética y la accesibilidad de un centenar de viviendas —con los 3,5 millones de euros presupuestados dentro del plan de rehabilitación de la Puebla firmado por el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento— también incluyan el cambio de calefacciones individuales a un sistema centralizado más moderno y conectado a la Red de Calor en los inmuebles que se beneficien de la medida.
«Queremos aprovechar las obras de ampliación del ramal de la red por la avenida de Compostilla para que los propietarios puedan pedir las ayudas», explicó el concejal responsable del área, Roberto Mendo, en una de sus últimas actuaciones como edil delegado de Urbanismo antes de comenzar a trabajar en la empresa privada y reducir sus responsabilidades en el equipo de gobierno.
La medida está orientada a eliminar calefacciones que empleen combustibles fósiles y afectaría sobre todo a equipos de gasoil. Pero también a las últimas cocinas y calderas de carbón y de leña que calientan los edificios más antiguos.
El máximo de ayuda por vivienda al que podrían aspirar los propietarios que quisieran cambiar la calefacción sería de 2.000 euros. Mendo entiende que habría que valorar si es una cantidad lo suficientemente sustanciosa respecto al coste de la nueva instalación, aunque no deja de recordar que los edificios integrados en la Red de Calor, que ahora se amplía al barrio de La Puebla, pero también al de La Rosaleda, podrían ahorrar entre el 25 y el 40 por ciento de la factura.
La Junta de Castilla y León acaba de adjudicar la extensión de la Red de Calor a los dos barrios a la Unión Temporal de Empresas Excarbi e Intragás por 2,7 millones de euros más IVA.
Por otra parte, los propietarios de viviendas de La Puebla Norte han ejecutado en torno al 90 por ciento de las obras de reforma financiadas con los fondos del Área de Rehabilitación Urbana (ARU) vigente y el 10 por ciento restante estarán listas para su certificación antes de que acabe el año, según las estimaciones del concejal de Urbanismo. Mendo reconoció que han sido necesarias hasta tres convocatorias de las ayudas y por eso se publicitará el nuevo plan de reforma de viviendas que estará en vigor entre 2025 y 2027.