Ponferrada
El Procurador enmienda la organización de festejos del anterior equipo de gobierno
Da la razón a Flores del Sil Existe y pide al Ayuntamiento una nueva regulación legal
El Procurador del Común de Castilla y León ha instado al Ayuntamiento de Ponferrada a declarar nula la Instrucción municipal para la organización de festejos populares no asumidos por el Ayuntamiento, que fue aprobada en Junta de Gobierno Local en febrero de 2023, aún con el anterior equipo de gobierno presidido por Olegario Ramón.
El Procurador, Tomás Quintana, considera que el proceso no se ajustó a derecho y atiende así la reclamación presentada por el colectivo vecinal Flores del Sil Existe, quien aseguró que el Consistorio había elaborado una norma que beneficiaba a otra asociación del barrio, presuntamente vinculada al PSOE que gobernaba en ese momento, a la hora de organizar las fiestas. Esa norma exigía cosas que otros colectivos no podían asumir, como haber organizado esos festejos anteriormente, tener una importante solvencia económica, un seguro de responsabilidad civil o hacerse cargo de la seguridad.
La asociación denunciaba que se estaba impidiendo la libre participación de otras agrupaciones.
Quintana explica al Ayuntamiento de Ponferrada, en su resolución, que en los sucesivo “debe tener en cuenta que el ejercicio de la potestad reglamentaria está sujeto a la tramitación del procedimiento legalmente establecido en el artículo 49 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local, y a los principios de buena regulación y exigencia de consulta previa”.
Y es que, según esa Ley, la instrucción debería haber pasado por el Pleno para su aprobación inicial, ser expuesta a información pública y resolver las reclamaciones que se hubiesen presentado.
El Procurador da al Ayuntamiento de Ponferrada un plazo de dos meses para que comunique si acepta o no esta resolución.
La Federación de Vecinos Pueblos del Bierzo, que ha hecho pública la resolución del Procurador del Común, pide la unificación de colectivos en defensa de los derechos de los ciudadanos, «pese a tanto estómago agradecido parapetado en ser servil al poder por padecer el Síndrome de Estocolmo por unas migajas, vulnerando sus obligaciones Estatutarias en defensa de los vecinos».