exposición EN PONFERRADA
Eduardo Arroyo y el regreso al lugar de la felicidad
La Térmica Cultural acoge un conjunto de 176 obras únicas del artista, 149 de ellas de la colección privada de su familia
«Uno siempre vuelve adonde fue feliz. Esta puede que sea una de tus conclusiones tras visitar Eduardo Arroyo y Robles de Laciana. Viaje de ida y vuelta , una exposición dedicada a la figura del genuino artista de reconocido prestigio internacional», dicen desde La Térmica Cultural, en donde ayer sábado tenía lugar la inauguración oficial de la exposición con la presencia de una representación de la familia del artista, encabezada por Isabel Azcárate, viuda de Eduardo Arroyo; acompañada por el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel y Emilio Martínez, vicepresidente del Instituto Leonés de Cultura (ILC); y Concepción Fernández, directora del área de museos, patrimonio y cultura de la Fundación Ciudad de Energía (Ciuden).
El comisario de la muestra y a la ve director de arte del ILC, Luis García, decía ayer que la muestra se ha montado como si se tratara de una obra de teatro. «Esto es la realidad. Eduardo Arroyo nace al mundo del arte gracias a la muerte de su padre en el teatro. un hombre gran aficionado al teatro, un hombre del teatro. Yo utilizo sus obras, no para crear una lectura simple de ensimismamiento con respecto a la pieza, sino para crear con el colage una escenografía, en la que el espectador se va a convertir en el intérprete de esa obra», manifestó García.
La viuda Isabel Azcárate agradeció esta exposición como un homenaje a su marido: «Quiero agradecer a todos los que han podido hacer efectiva esta maravillosa exposición, que me llena de orgullo y emoción pensar que esto se haya podido hacer. Y es verdad que ha sido gracias a Luis, que conoce la obra de Eduardo como nadie y, además la manera de cómo ha podido presentarla de manera tan original en un lugar tan maravilloso. Yo lo único que digo es que gracias. gracias a todos».
Según los promotores de esta muestra, «se trata de un relato secuencial construido alrededor de cuatro escenas narrativas que articulan sintéticamente la vida y la obra de Eduardo Arroyo en un diálogo fluido y directo con el espectador».
La propuesta está integrada por un conjunto de 176 obras únicas del artista, 149 pertenecientes a la colección privada de su familia, algunas de las cuales son inéditas, y 27 provenientes de los fondos del ILC. Entre ellas se encuentran bocetos y dibujos, ejercicios plásticos de técnica mixta, collages, pinturas, estampas editadas con las más diversas técnicas que utilizó resaltando la litografía, libros, esculturas en bronce, en piedra, cerámica o varias piezas que sirvieron para decorados escenográficos. Este amplio compendio aporta una visión amplia y estructural de las diferentes técnicas y procedimientos creativos que utilizó a lo largo de su trayectoria plástica, mostrándonos una visión sencilla pero clara de sus diferentes etapas evolutivas dentro de lo que se ha venido en denominar la figuración narrativa.