El lavadero de carbón de Victoriano claudica ante la ceguera institucional
La cubierta de la estación de recepción del teleférico del complejo minero de Santa Cruz del Sil se ha abierto en una herida profunda que amenaza con desangrar el conjunto
Estación de recepción del teleférico del lavadero.
Ya llueve dentro del lavadero de carbón y cargue de Victoriano González y eso es síntoma de mal presagio. La cubierta de la estación de recepción del teleférico no ha logrado superar el golpe del invierno y ha caído sobre el último piso abriendo una herida profunda en uno de los edificios industriales más emblemáticos de la cuenca minera del Sil. Comparte hectáreas en La Recuelga (Santa Cruz del Sil) con otro referente arquitectónico de la primera mitad del siglo XX, el lavadero de Antracitas de Fabero (AFSA). Los dos desprotegidos. Los dos en la Lista Roja del patrimonio español en peligro. Los dos aguardando la resolución de un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que la Junta de Castilla y León inició en enero de este mismo año y del que no se ha vuelto a saber nada.
Menos reconocible y aplaudido que el lavadero que ha asumido como propio el nombre del paraje industrial en el que los dos asientan sus cimientos (junto a la antigua línea del ferrocarril Ponferrada-Villablino, el río Sil y la carretera CL-631), el lavadero y cargue de Victoriano González fue levantado a principios de los años 40 para recibir el carbón que llegaba en una línea de baldes conectada con las explotaciones mineras del otro lado del río. Allí se lavaba antes de ser trasvasado al tren.
«La línea de baldes se prolongaba 250 metros desde el lavadero hasta el Grupo Santa Cruz y, pese a su corta longitud, destaca como uno de los últimos teleféricos íntegros que aún conservan la catenaria. Además, se distingue por la elevada altura que alcanzaba el cable, reconocible todavía en la única torreta que se conserva en el punto medio del trazado», recoge Hispania Nostra en la ficha técnica en la que argumenta el valor de esta infraestructura industrial.
«Lavaderos en El Bierzo había cientos, unos más modestos que otros, pero los de La Recuelga, en los años de posguerra, eran excepcionales porque reunían la estación del teleférico, el lavadero y el cargue ferroviario en un único edificio», explica el arquitecto experto en patrimonio industrial Jorge Magaz. Él mismo pone el acento en el valor arquitectónico del conjunto, haciendo mayor hincapié en la cubierta «amansardada», de estilo francés, que «le aporta un perfil característico de evocación internacional». Esto —explica— se relacionaría con la intención de armonizar las instalaciones mineras con el paisaje. «Buscaban que, aunque el edificio fuera moderno y utilitario, tuviera elementos representativos de la compañía», asegura. Y estética.
Estado de la cubierta.
Magaz incide también en el valor del lavadero y cargue de Victoriano González por «su condición de infraestructura asociada a un grupo minero inmediato». Es decir, en un mismo área se concentran los elementos propios de la minería de carbón berciana: bocamina, vestuarios, transformadores eléctricos, plano inclinado, línea de baldes, lavadero y cargue.
Con una planta en T perpendicular al ferrocarril, para facilitar un circuito de recepción y retorno del cable y un segundo itinerario interno de distribución del carbón a través del lavadero, el conjunto arquitectónico vinculado a la actividad de la empresa Minas de Victoriano González S.A. es una de las instalaciones conservadas más antiguas del valle del Sil, «junto a las de San Luis, en ruinas, y Alinos-Gaiztarro», detalla también Jorge Magaz, que afirma que en El Bierzo «debieron existir más de un centenar de instalaciones», de mayor o menor importancia; pero «los programas de restauración ambiental desde los años 90 han supuesto el derribo sistemático» de las mismas. Y las que aún hoy, a duras penas, se mantienen en pie son víctimas de la ceguera institucional.
«Mal estado de conservación, en peligro de caer, desvalijado y sin protección». Así definió Hispania Nostra la situación del lavadero de Victoriano cuando lo incluyó en la Lista Roja en marzo de 2022. Hoy, el diagnóstico es más crítico y la herida abierta en al cubierta amenaza con acelerar el fin de la instalación y, con él, de una parte de la historia de la cuenca minera del Sil.
El lavadero de Victoriano González no es más que otro ejemplo del abandono al que está sometido el patrimonio industrial ligado al carbón en Castilla y León, un campo sembrado de minas que amenazan con explotar y borrar todo el legado.