Medio Ambiente libera 400.000 € para mejorar y repoblar alcornocales en Arganza y Carucedo
Se actuará en casi 82 hectáreas para garantizar la conservación de los árboles actuales, plantar más e impulsar la actividad económica en torno al corcho
Los conocidos Zufreiros del Frade son parte de la masa de alcornoques de Carucedo.
La Junta de Castilla y León ha aprobado una partida superior a los 400.000 euros para ejecutar obras de mejora en alcornocales de los municipios de Arganza y Carucedo. El objetivo del los trabajos que acometerá la Empresa de Transformación Agraria (Tragsa) es la recuperación y puesta en producción de casi 82 hectáreas en montes de utilidad pública. El proyecto está financiado por la Unión Europea en el marco del mecanismo de Recuperación y Resiliencia Next Generation-EU.
Los 413.700 euros consignados para tal fin y aprobados en el último Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León permitirán mejorar el estado y la viabilidad de las masas de alcornoque actuales mediante tratamientos selvícolas (desbroces, clareos, podas y trituración de restos) y recuperar terrenos desarbolados mediante repoblación.
El plan de intervención incluye, así mismo, la conservación y mejora de la red viaria de los montes, el aumento de la extensión y la mejora del estado de la reserva genética de los alcornocales de ambas zonas. La puesta en producción de las masas de alcornoque para el aprovechamiento del corcho es otro de los objetivos marcados para generar actividad económica. Algo que ya se hace en el municipio de Carucedo donde "cada siete u ocho años viene una empresa portuguesa que se llevan camiones de corcho", relata el alcalde, Alfonso Fernández.
En Carucedo, la masa de alcornoques se concentra entre los pueblos de Carucedo, El Lago y Campañana. Están incluidos ahí los conocidos Zufreiros del Frade, que son árboles centenarios de gran envergadura que comparten suelo en el Espacio Cultural y Natural de Las Médulas. Mantener las zonas limpias y realizar una buena gestión forestal para prevenir incendios y conservar esas masas es uno de los fines de este proyecto, explica el regidor, que pone el acento en la repercusión económica. En el caso de su municipio, tanto juntas vecinales como particulares sacan rentabilidad del corcho.