El Ministerio aún no tiene fecha para el estudio definitivo del viaducto

El Ministerio de Transportes aún está redactando el informe definitivo sobre las causas del doble derrumbe en el viaducto del Castro, en la A-6, cuando están a punto de cumplirse, el mes que viene, dos años del mayor incidente en la Red de Carreteras del Estado en toda su historia contemporánea.

Así lo reconoce el Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado del BNG Néstor Rego, que preguntó si se habían finalizado y si era así, por qué no se ha dado a conocer y si se puede acceder al estudio. La respuesta del Gobierno es de una línea y dice que «se encuentran en redacción».

El 15 de noviembre de 2022, cinco meses después del doble derrumbe mientras se encontraba en reparación esta infraestructura entre el Bierzo y Piedrafita, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) presentó los informes provisionales que analizaban las causas del colapso de los vanos 1 y 3 del viaducto del Castro. El entonces secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, explicó que las conclusiones preliminares de los estudios apuntaban a un conjunto de eventos que propiciaron el derrumbe tras las actuaciones de hidrodemolición llevadas a cabo para el saneo y refuerzo de las losas de continuidad entre vanos. «Esta acción combinada con una característica del hormigón inferior a lo previsto debido a una situación de degradación del material mayor de lo esperado propició el colapso de los vanos afectados», explicó el alto cargo ministerial.

Ya en abril de 2021 el Ministerio realizó una inspección especial del viaducto que afloró un gran deterioro de los cables ante la ausencia de un sistema eficaz de impermeabilización para hacer frente a las exigencias meteorológica de la zona. No en vano, la degradación de los cables provenía de la filtración de aguas con sales fundentes. Esos estudios dieron lugar a reparación urgentes, tras una declaración de emergencia, consistentes en la sustitución de los cables en todos los vanos de viaducto del Castro en ambos sentidos y en la reparación de las juntas, lo que obligó a iniciar las labores de hidrodemolición (romper el hormigón con agua a presión) en los vanos 1, 2, 3 y 4, que coadyuvaron a los derrumbes de los vanos 1 y 3.

Los informes fueron elaborados por MC2 e Ideam, que se sirvieron de más de 377 ensayos de resistencia de materiales realizados por Mitma, y que coinciden en que no se puede establecer una causa única, ni principal, del colapso y que los trabajos de hidrodemolición iniciados para rehabilitar el viaducto «pueden haber sido una causa necesaria pero no suficiente para justificar el derrumbe». Y es que, aunque en la zona correspondiente al mamparo 2 del vano 1 se detectaron hidrodemoliciones superiores a las previstas de 75 mm, la infraestructura tendría que haber soportado las tensiones de los trabajos, tal y como sucedió en los mamparos de otros vanos, y como reflejan las modelizaciones 3D. Aunque se está construyendo el viaducto que se vino abajo, todavía siguen los sondeos en la zona cero para aportar luz a las causas del doble incidente.