Diario de León

RECORRIDO EN IMÁGENES POR LA EXPOSICIÓN

Los tesoros mejor guardados de Las Edades del Hombre, pieza a pieza

La iglesia de Santiago sorprende con una experiencia inmersiva de dibujos animados y la Colegiata descubre por fin las 110 obras de arte religioso sobre la hospitalidad, con seis 'guiños' al Bierzo

Las mejores imágenes de Las Edades del Hombre.

Cristo de la Agonía o de las Angustias, escultura de Gil de Siloé y policromía de Diego de la Cruz, en el siglo X.L. DE LA MATA

Ponferrada

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Hay una Sala de Los Abrazos en la Colegiata de Villafranca del Bierzo. Una estancia donde los organizadores de Las Edades del Hombre rinden homenaje a uno de los gestos que mejor definen el afecto y el amor entre las personas. Allí, entre maderas policromadas o sin tratar, con algún lienzo en la pared, bajo una luz perfecta, se esconde uno de los símbolos de una exposición conjunta con Santiago de Compostela que aspira a ser casi un tratado universal de la hospitalidad; el lema escogido para esta edición porque la hospitalidad para con los peregrinos es, nadie lo dude, la bandera del Camino. 

Quizá se convierta la habitación de Los Abrazos en la favorita de los miles de visitantes que desde este miércoles ya pueden conocer la muestra (entradas a seis euros para las sedes de Villafranca y 15 si incluye las de Santiago de Compostela) y descubrir el tesoro que en las últimas semanas escondía la Colegiata; 110 piezas mayores de arte religioso, desde tapices de siete metros a diminutas piezas de orfebrería de apenas unos centímetros; desde esculturas que una vez más enseñan el talento de Gregorio Fernández, que ponen a su altura a Salvador Carmona, alguna pintura de El Greco, o más tallas de Siloé, hasta códices miniados. Pero es un alabastro policromado que representa el momento en que Jesús lava los pies (otro gesto hospitalario) una de las piezas más singulares de toda la muestra y la favorita de su comisario -el sacerdote  licenciado en Geografía e Historia y experto en arte Miguel Ángel González-, una de las joyas tan desconocidas como su autor anónimo.

La muestra abre en la iglesia de Santiago de martes a domingo, de 10.00 a 20.00 horas, con pases cada 20 minutos. La Colegiata estará abierta, por su parte, de martes  a viernes de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00, y los sábados, domingos y festivos ininterrumpidamente de 10.00 a 20.00 horas. Las dos sedes cerrarán los lunes y se pueden comprar las entradas en taquilla, o en la web de la exposición. Las visitas guiadas se reservan en el correo expo@lasedades, o el teléfono 987 042 019.

Con guion de Sixto Castro, catedrático de Estética y Teoría de las Artes, la muestra ha convertido la Colegiata, la catedral inacabada del Bierzo, en un museo de la hospitalidad que llega hasta nuestros días. Hasta los tiempos de la inmigración y los cayucos, de los comedores sociales, que también tienen su propia habitación; una sala multimedia donde las imágenes reales recuerdan al visitante que el mundo sigue girando al otro lado de los muros de la iglesia.

Y hay guiños al Bierzo, por supuesto. Dese el retablo de la Colegiata que forma parte de la muestra como una pieza más, a la Cruz de Villanueva de Valdueza, un cuadro expresamente pintado por el pintor de Teruel afincado en la comarca, Luis Gómez Domingo, sobre las Bodas de Caná, o una primera edición de la novela de Gil y Carrasco El Señor de Bembibre.

Ese recorrido por la hospitalidad y la forma en la que el arte religioso la ha representado está dividido en un preludio, que trata sobre las obras de misericordia, y cuatro estancias con distintos salones; Litera Gesta, con referencias bíblicas a la hospitalidad, porque 'Todo parte de una historia'; Alegoria Credere, que quiere que el visitante se haga la pregunta ¿Qué he de hacer?; Moralis Agere, que interroga sobre ¿Cómo he de actuar?; y Anagogia Tendere, donde la pregunta es ¿Qué me cabe esperar?

Porque Las Edades no dejan de tener un fondo evangelizador. El mismo objetivo que tenía las tallas, los cuadros, los tapices, los calvarios, los retablos que contaban con imágenes los hechos de la Biblia a los fieles analfabetos en las iglesias de la Edad Media, tiene en el siglo XXI una muestra como Las Edades del Hombre. La novedad es que ahora también incluye una experiencia inmersiva dirigida por Magoga Piñas a partir de dibujos animados realizados a mano por los dibujantes de Sopa de Sobre para hacer llegar el mismo mensaje en los días de la digitalización y la Inteligencia Artificial. De nuevo las imágenes para evangelizar, ahora en movimiento y con sonido envolvente.

Esa experiencia inmersiva de unos 15 minutos recibe a los visitantes -entre 40 y 50 por sesión- en la iglesia de Santiago; todo un recorrido bíblico por la idea de la hospitalidad asociada al cristianismo, desde los orígenes del universo -"Dios con su mano creadora ofrece un lugar para la humanidad", dice el narrador de experiencia- a la figura de Cristo.

Por delante quedan seis meses para que ese mensaje cale, o no, en miles de personas.  Lo sabía este martes, mientras presentaba la exposición a la prensa, horas antes de su inauguración, el comisario de la muestra, Miguel Ángel González. Quizá, reconocía a los periodistas a los pies de la Colegiata, habría que hacer una "exposición conjunta con vuestras crónicas". Y comparó Las Edades del Hombre con "un banquete" donde no todos disfrutarán de los mismos platos, de los mismos sabores. Porque a Las Edades, "unos vendrán a verla y otros recordarán lo que han visto".

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