ENTREVISTA CON EL ALCALDE DE PONFERRADA
Marco Morala: «Lo mejor que le puede pasar a Ponferrada es este pacto del PP y CB»
UN AÑO DE ALCALDE. Marco Morala cree que ser alcalde de su ciudad «es una experiencia apasionante única». Contra viento y marea, en un año que reconoce que no ha sido fácil, su lema es gobernar para todos y sacar adelante «los proyectos que necesita Ponferrada».
— No sé si sigue las redes sociales del anterior alcalde, pero Olegario Ramón dice que todos los proyectos que está acometiendo son de su mandato.
—En primer lugar, no tengo tiempo para seguir las redes sociales; me ocupo de publicar las mías, y menos de hacer un seguimiento del anterior alcalde. Lo que hemos heredado es una deuda de dimensiones bíblicas. Ahora mismo, de unos 12 millones de euros. Siete de FCC, que se generaron en gran parte durante su mandato y que no pagó ni un solo euro. Ni dotó presupuestariamente, ni consignó ni un euro para que se pudiera hacer frente a la misma. Otros dos millones y medio, mínimo, con ese voto a favor de la Zona de Bajas Emisiones, que debo decir que es su Zona de Bajas Emisiones. No podemos olvidar que fue él quien decidió implementar una ZBE en esa área, con esa amplitud y a 800 metros del centro comercial sin un estudio de viabilidad económica y sin escuchar a los comerciantes y vecinos de la zona. Es otra de la herencias recibidas que estamos intentado gestionar en beneficio de los ponferradinos. Y otros dos millones y medio que nos ha condenado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, como consecuencia de una deuda aún está pendiente del Mundial de Ciclismo. Entonces, si hablamos de herencias, las herencias son negativas. El señor Ramón y el Partido Socialista no tenía un proyecto de ciudad claro. Gobernó, o más bien hizo uso del cargo, a golpe de ocurrencia e improvisación; eso sí, para regar continuamente sus redes sociales de fotografías y titulares, pero no de un proyecto necesario, inteligente y apropiado para el futuro de Ponferrada.
—De este dinero del que habla, ¿no se dejó consignación?
—Respecto a la sentencia del Mundial, la alcaldesa Gloria Fernández Merayo dejó consignados 2,5 millones. No fue el señor Ramón, que bien pudo entregárselos al Banco Santander y frenar el devengo de intereses durante los cuatro años de su mandato, ya que es un importe que realmente asusta. Por eso digo que son 12 millones a día de hoy que pueden ser mucho más. Y posiblemente nos encontremos con nuevas sorpresas. De los 2,5 millones de la Zona de Bajas Emisiones, lo que tenía que haber hecho, como buen gestor responsable, era anteponer los intereses de la ciudad a sus intereses, porque entiendo que ni siquiera antepuso los intereses políticos del Partido Socialista sino que dio prevalencia a sus intereses políticos personales. Por lo menos, abstenerse en la ordenanza, pero ni eso. Votó en contra independientemente de los resultados y de las responsabilidades que tenga que asumir el Ayuntamiento de Ponferrada. Y sobre FCC, lo cierto es que la deuda generada durante el mandato de Gloria Fernández Merayo fue pagada, en una gran parte, por Gloria Fernández Merayo a pesar de no contar con Presupuestos y estar en minoría absoluta y con un bloqueo absoluto promovido por el propio Olegario Ramón cuando estaba en la oposición. Esos cuatro millones de euros largos que se generaron durante el mandato de Olegario Ramón, hasta agosto de 2022, no contaban con ningún tipo de consignación ni con ningún tipo de previsión presupuestaria, con lo cual lo único que podemos hablar, aparte de una herencia que genera una deuda de dimensiones bíblicas para los ponferradinos, es que la herencia real hay que denominarla como el plan de ajuste de Olegario Ramón; pero bueno, este equipo de gobierno estamos compuestos por grandes gestores, estoy encantado con todos y cada uno de mis concejales, y vamos a sacar a la ciudad adelante.
—¿Y teme que esta situación repercuta no solo en su promesa de bajar impuestos, sino en medidas más estrictas?
— Ya estamos en un Plan de Ajuste que se prorrogó durante el mandato de Olegario Ramón hasta el año 2028. Ya estamos inmersos en el plan de ajuste de Olegario Ramón, con todas las limitaciones que conlleva a la hora de definir los Presupuestos y de gestionar y poner en marcha proyectos más ambiciosos de ciudad. Y respecto al tema tributario, pone en grave compromiso una rebaja tributaria. Lo que sí puedo comprometer es que no habrá un incremento tributario. De hecho, en estos últimos presupuestos de 2024 estaba prevista la actualización al IPC de los tributos municipales y no se hizo, con lo cual, dentro de esta situación y de este contexto económico, no subir el IPC a los tributos es en realidad una rebaja tributaria.
—No se va a subir el IPC.
—Ni el IPC ni otro incremento de ningún tipo.
—Vamos por partes. ¿Qué valoración general hace de este año?
—Ha sido un año intenso, ilusionante, en el que se coge el pulso real, no de la ciudad, sino de la propia Administración local, del funcionamiento de la casa, que también hay que decir que vivía una situación de absoluto caos y desorganización. No había capitanes. Los concejales del Partido Socialista no sé a qué estaban; supongo que a retuitear y a mover las publicaciones en las redes sociales de Olegario Ramón. No estaban para gobernar y dirigir las distintas áreas de los servicios públicos municipales. Todavía estamos poniendo orden.
Por otra parte, me quedo con que en la ciudad se ha notado un cambio de estado de ánimo. El ponferradino enfoca la vida con una perspectiva totalmente diferente a cómo se enfocaba con Olegario Ramón. Era una Ponferrada gris, con pocas perspectivas de futuro. Ahora, estamos viviendo una Ponferrada marcada por una buena convivencia, con una ilusión que se palpa en el día a día en la calle y que nos impulsa a superar las dificultades que estamos padeciendo. Y no me escapo a esa necesidad de atraer inversiones. Es uno de nuestros principales objetivos.
—¿Y cómo lo están haciendo?
—Necesitamos tener unos polígonos industriales en condiciones. Que sean atractivos. Para mantener lo que tenemos y atraer nuevas inversiones. También padecieron cuatro años de abandono por parte del anterior equipo socialista. Pero bueno, de la mano de la Junta de Castilla y León vamos a realizar actuaciones como una nueva rotonda en la N-VI para el polígono de La Llanada, que va a permitir poder sacar palas eólicas de mayores dimensiones y facilitar el acceso al resto de empresas, manteniendo a la vez los actuales. Y respecto a El Bayo, la única realidad es la inversión de la Junta de Castilla y León. Más de 22 millones de euros, una nueva estación depuradora de agua, imprescindible para incrementar las parcelas... Estamos a la espera de ese compromiso del Gobierno de España de un préstamo, no de una subvención directa a fondo perdido; no, de un préstamo, porque la ayuda que el Gobierno está dando a El Bierzo es dinero que hay que devolver, como es también ese dinero que le han dado a los regantes para mejorar el regadío. La Junta cumple, ha cumplido, mientras estamos esperando al Gobierno para esos altos hornos para producir vidrio de Tvitec. Esperemos que lleguen porque van a terminar comprometiendo la propia viabilidad de la empresa. Hago un llamamiento expreso. Aquí vinieron las ministras a firmar papel mojado; ya lo dije en su momento. Eso sí, las fotos salieron en todas las redes, especialmente en las del exalcalde.
—Puede que haya cambiado esa actitud de la que habla pero hay muchos locales cerrados.
—Sigue habiendo muchos. Es una realidad. Estamos trabajando en una iniciativa que va a desarrollar el concejal de Comercio para hacer atractivos esos locales que, si bien son por toda Ponferrada, lo está sufriendo especialmente del centro. Una zona castigada por el anterior equipo de gobierno, sobre todo por ese proyecto de Zona de Bajas Emisiones. Se pusieron piedras en el camino para ayudar al emprendedor para que reabra negocios. Ese plan se ampliará a los barrios en función de que vaya dando resultados.
—¿Cómo valora ese cambio de tendencia en el Padrón?
—Lo primero, con cautela. Esperemos que no sea un hecho aislado sino que sea consecuencia de esa Ponferrada de la que hablo. Una Ponferrada atractiva, que favorezca el asentamiento de familias. Lo que sí es cierto es que se ha frenado esa pérdida demográfica.
—En clave política, ¿cómo valora el pacto con Coalición? ¿Ha habido algún momento difícil?
—La verdad es que estoy muy contento. Son socios leales. Existe una sintonía absoluta entre los concejales de CB y del Partido Popular. Tenemos clara la idea de la Ponferrada que queremos. No ha existido ningún tipo de fricción. Esperemos que dure hasta el final del mandato. Y quiero mandar a los ponferradinos un mensaje, y es que lo mejor que le puede pasar a Ponferrada en este momento es este pacto de gobierno estable, basado en la lealtad y respeto mutuo, y basado también en grandes gestores que están al frente de las distintas áreas delegadas de las Concejalías. Creo que hay que darle un sobresaliente a ese pacto.
—Y el soterramiento de la avenida del Castillo será posible...
—En el Partido Popular, en el programa electoral, no solo del 2023 sino en el anterior, hablábamos de peatonalización de ese entorno del Castillo, porque entendíamos y entendemos que es muy necesario para favorecer no solo el tránsito de peatones sino la actividad económica y el turismo. Estamos hablando también de una zona que es Camino de Santiago, que también hay que proteger. El mensaje, y aquí estamos de acuerdo con CB, es la peatonalización de la zona. ¿La fórmula? Insisto en los compromisos que adquirí con el pacto de gobierno, que es trasladar a la Junta la fórmula que sea técnica jurídica y patrimonialmente posible y que mejor se adapte a la realidad del entorno, sea el soterramiento o cualquier otra.
—Si la Junta dice no al soterramiento, ¿puede generarse una crisis de gobierno con CB?
–Rotundamente, no. Se van a plantear a la Junta distintas opciones desde el equipo de gobierno. Insisto, desde CB y PP.
—Vox le apoyó para ser alcalde, pero parece que ahora mismo se ha metido en un bucle donde ni le apoya para sacar adelante proyectos ni parece estar por la labor de llegar a un acuerdo. ¿Esta situación le puede bloquear el mandato?
—Nosotros vamos a seguir trabajando. Ahora mismo, a los concejales de Vox le importan más las siglas que Ponferrada. Esto es una realidad. Hay votos en contra que no se sostienen políticamente ni desde el interés supremo de la ciudad. Nosotros llegamos a un pacto de investidura en el que se iban a crear dos institutos que iban a capitanear cada uno de sus dos concejales. Por parte el ‘enredamayor’ de Ponferrada, que es Olegario Ramón, se enredó diciendo que no se podían crear.
—¿Y son posibles?
—Eran posibles de una determinada forma jurídica y con una dotación presupuestaria cada uno. Y así se recogió en el anexo de los Presupuestos para 2024. También se amplió ese acuerdo ampliando las delegaciones a los concejales de Vox y se aceptaron enmiendas. Todo eso en una negociación que se cerró el día antes del Pleno; lógicamente las enmiendas debían pasar antes por la Comisión de Hacienda y ser conocidas por todos los grupos de la oposición. Por eso, lo que hice fue suspender el Pleno y dejar en suspenso esa ampliación de competencias hasta que no fueran definitivamente aprobadas. Lo que pasa es que Vox renunció tanto a las competencias como a la creación de esos institutos y a las percepciones económicas, con lo cual la realidad es que quien renunció a cualquier función dentro del gobierno de Ponferrada fue Vox, y no fue una privación por parte de este alcalde. Desde entonces son dos concejales que se han asentado en la oposición y ahí siguen. Hay dos formas de hacer oposición, de manera constructiva y no constructiva. Yo les pido responsabilidad, altura de miras y sentido de ciudad, y que antepongan los intereses de Ponferrada, que para eso son concejales.
—No es habitual que se renuncie al sueldo en un Ayuntamiento. ¿Les daría la asignación si participaran en el equipo de gobierno?
—La realidad es que el equipo de gobierno está constituido por CB y PP. Entrar dentro de un equipo de gobierno requiere una confianza para que se puedan delegar áreas y desde luego la situación actual no invita a ello. Ahora mismo, hay 12 concejales que conformamos el equipo de gobierno y 13 que están en la oposición. Vamos a continuar intentando llegar a acuerdos en beneficio de la ciudad. Si bien soy crítico con determinadas formas de actuar del líder de la oposición, Olegario Ramón, tengo que valorar muy favorablemente que haya apoyado con una abstención los Presupuestos para 2024. Esa capacidad de diálogo y entendimiento entre PP y PSOE en Ponferrada es muy buena como mensaje para la ciudadanía, para decir que hay otras formas de hacer política. Vox tiene que dar un paso al frente y demostrarlo.
—Va a estar en este mandado, al menos en obras, el nuevo centro de salud de la Zona Alta.
—Estoy convencido. La consignación presupuestaria de la Junta está ahí, la voluntad política de la Junta y el Ayuntamiento, también, y estamos pendientes del desarrollo de esa zona.
—Con los Presupuestos de la Junta, no es que fuera crítico, pero no le gustaron. A los pocos días vino aquí el consejero Suárez-Quiñones para anunciar la ampliación de El Bayo; hubo una enmienda del propio PP para ese centro de salud... ¿Tiene ya la Junta plazos para ejecutar sus grandes compromisos con Ponferrada?
—El mensaje que lanzo desde mi convicción personal y política es que la Junta va a estar a la altura con Ponferrada y con el Bierzo y que se van a ejecutar más pronto que tarde. Acaba de aprobar los Presupuestos hace poco. El Gobierno de España, en cambio, nos tiene sin Presupuestos, y eso afecta muy negativamente a la apuesta por el desarrollo económico e industrial del Bierzo. La Junta y el Ayuntamiento hemos hecho nuestros deberes pero al Gobierno de España ni está ni se le espera. Cuando hagamos balance del dinero invertido por la Junta en Ponferrada y el Bierzo, va a ser una cifra abrumadora. Con Suárez-Quiñones... es que voy a tener que nombrarle ponferradino de adopción, porque sus visitas a Ponferrada son continuas. Del presidente Mañueco, qué decir. Nos ha escuchado y lo va a transformar en inversiones sobre el terreno, no solo industriales sino también de sanidad, la ampliación del hospital, sociales...
—Con el Gobierno tiene buena relación con Óscar Puente, pero con Teresa Ribera...
—La realidad desmiente el relato. Tengo buena relación con Óscar Puente, de lealtad institucional y cumplimiento de los compromisos. Nos hemos hablado muy claro y nos hemos impuesto no pedir más de los posible y no dar más de lo realizable. Resolver el ‘lazo’ del Manzanal y comenzar, al menos, el tramo berciano de la A-76. En uno y otro ha dado pasos y está cumpliendo, tanto con este alcalde como con el territorio Solo puedo hablar en positivo y agradecer esa lealtad.
A Teresa Ribera, ni está ni se la espera. Aquí su única herencia es el cierre y el desmantelamiento de las minas y térmicas y dinamitar las torres de Compostilla, cuando la central se podía haber mantenido generando energía, como está pasando en otros países de Europa. Aquí se apostó por un cierre rápido, traumático y sin alternativas. Han llegado cero empleos de su mano. Soy muy crítico y no espero nada.
—¿En qué momento está el desarrollo del Corredor Atlántico en lo que afecta a la ciudad de Ponferrada?
—Tenemos que apostar definitivamente. No se nos puede escapar ese tren. Me gustaría que hubiera más realidades que promesas. Tenemos que resolver antes el ‘lazo’ del Manzanal. Me mantengo en mi reivindicación.
—Y con Ciuden, ¿qué relación tiene?
—Mantengo relaciones fluidas e intensas, también buscando esa lealtad mutua. Fíjese, le hemos aprobado hace una semana la licencia de obras. Estaba en una situación de ilegalidad la Térmica Cultural. Vamos a seguir trabando con un nuevo convenio.
—¿Debería dimitir José Antonio Cartón por la polémica de los nichos del cementerio de Fuentenuevas?
—Cuando se genera un problema de ese calado... estamos hablando de una situación muy dolorosa para unas familias que se encontraron enterrando a un ser querido que ya está ocupado por otras personas. Vender un mismo bien dos veces y a sabiendas, tiene la calificación jurídica que tiene. Y si le sumamos los graves problemas como presidente del club de fútbol de Fuentesnuevas, creo que ahora mismo no está capacitado para desempeñar el cargo de concejal del Ayuntamiento de Ponferrada, ni siquiera el cargo de presidente vecinal de Fuentesnuevas.