Diez pendones y una cena medieval

Una decena de pendones llegados desde de Santa Marina de Torre, San Andrés de las Puentes, San Pedro Castañero, Turienzo Castañero, Viloria, Cobrana, Villar de Los Barrios, Otero, Toral de Merayo y el pendón de Bergidum Templi marcaron ayer el paso antes de la inauguración de la zona gastronómica, de ocio y artesanía Ponsferrata, a orillas del río Sil, y la posterior celebración de la Cena Templaria que tuvo lugar en el interior del Castillo. Ha sido  la segunda de las cuatro jornadas de peso en el programa de actos de la Noche Templaria.

Embutidos y quesos tradicionales, croquetas de huevo frito y chorizo, crema de truchas, ensalada de queso de cabra con torreznos, lechazo asado, codillo asado y dulce de tiramisú fueron algunos de los platos que disfrutaron los 576 comensales sentados a la mesa de una cena contundente como la historia que recrea, en la que la tradición marca que todos los asistentes vayan vestidos como manda la ocasión, con trajes medievales.

Música y bailes de la época que estos días se celebra pusieron fin a la velada en el monumento más importante de Ponferrada, 24 horas antes de que se celebre el gran desfile y se nombre a la tuna ponferradina Gran Maestre de Honor.